lunes, 27 de julio de 2009

COLTÁN

Ayer escuché a Alberto Vazquez-Figueroa hablar de esto, y me he visto en la obligación de insertar este monográfico. Perdonad la extensión. No tiene desperdicio.


El coltan o coltán no es un mineral propiamente dicho sino la abreviatura de dos minerales: columbita, una mena de columbio, o niobio, y tantalita, una mena de tántalo (elemento). El coltan está formado, pues, por la mezcla de columbita, que está compuesta por óxidos de niobio, hierro y manganeso [(Fe, Mn) Nb2O6], y tantalita que está compuesta por óxido de tántalo, hierro y manganeso [(Fe, Mn) Ta2O6] en cualquier proporción. Estos óxidos constituyen una solución sólida en ambos minerales. El coltán es de color gris metálico oscuro. De él se extrae el metal tantalio.

Es escaso en la naturaleza y da un claro ejemplo de material que ha pasado de ser considerado simple curiosidad mineralógica a crucial para el avance tecnológico debido a sus nuevas aplicaciones.

El principal productor de coltan es la República Democrática del Congo con cerca del 80% de las reservas mundiales, si bien existen reservas probadas y/o en explotación en Brasil con el 5% de las reservas, Tailandia con otro 5% y Australia, esta última con el 10% de las reservas mundiales estimadas. Según informes de agencias internacionales de prensa, la exportación de coltan ha ayudado a financiar a varios bandos de la Segunda Guerra del Congo, un conflicto que ha resultado con un balance aproximado de más de 5 millones de muertos. Ruanda y Uganda están actualmente exportando coltan robado del Congo a occidente (principalmente a los Estados Unidos), en donde se utiliza casi exclusivamente en la fabricación de condensadores electrolíticos de tantalio. Es utilizado en casi la totalidad de dispositivos electrónicos: teléfonos móviles, GPS, satélites artificiales, armas teledirigidas, televisores de plasma, videoconsolas, ordenadores portátiles, PDAs, MP3, MP4...

La República Democrática del Congo posee el 80% de las reservas mundiales estimadas de coltan, este mineral está considerado altamente estratégico y por ello se entiende que exista una guerra en el Congo desde 1998.

De acuerdo a lo que parecen ser propiedades fisico-químicas “mágicas”, este mineral es fundamental para las industrias de aparatos electrónicos, centrales atómicas y espaciales, misiles balísticos, video juegos, aparatos de diagnóstico médico no invasivos, trenes sin ruedas (magnéticos), fibra óptica, etc.. Sin embargo el 60 % de su producción se destina a la elaboración de los condensadores y otras partes de los teléfonos móviles. El coltan permite que uno de los sueños occidentales se haga realidad, con él las baterías de los teléfonos de bolsillo mantienen por más tiempo su carga, ya que los microchips de nueva generación que con él se elaboran optimizan el consumo de corriente eléctrica.



El colombio-tantalio que era extraído en Brasil, Australia y Tailandia había empezado a escasear. La japonesa Sony, por ejemplo, tuvo que aplazar el lanzamiento de la segunda versión del juguete preferido de los niños occidentales, la Play Station, debido a este incordio. El gran aumento de la demanda ha hecho establecer un mercado ilegal paralelo en el Africa central.

En las provincias del este de la República Democrática del Congo (RDC, Zaire), consideradas por la UNESCO reservas ecológicas de gran importancia, han puesto sus ojos, sobre todo en los últimos diez años, las grandes multinacionales: Nokia, Ericsonn, Siemens, Sony, Bayer, Intel, Hitachi, IBM y muchas otras. Se han formado en la zona toda una serie de empresas (muchas de ellas “fantasmas”) asociadas entre los grandes capitales transnacionales, los gobiernos locales y las fuerzas militares (estatales o “guerrilleras”) para la extracción del coltan y de otros minerales como el cobre, el oro y los diamantes industriales. Las grandes marcas comenzaron la disputa por el control de la región a través de sus aliados autóctonos, en un fenómeno que la misma Madeleine Albright llamó “la primera guerra mundial africana”.

Esta guerra, directamente relacionada con la explotación inmoral de este mineral, arroja un saldo de más de 5,5 millones de víctimas, lo que supone el mayor número de muertes desde la segunda guerra mundial.



En 1997 fue derrocado el presidente congoleño Mobutu Sese Seko, de estrecha relación con los capitales imperialistas de origen francés. Kagame (sic), actual presidente de Ruanda, quién estudió en centros militares de EE.UU. e Inglaterra, y Museveni, presidente de Uganda, país considerado por Washington, un ejemplo para las naciones africanas, lideraron la conquista de la capital de la RDC, Kinshasa, y pusieron a cargo de este país a un amigo, Laurent Kabila. En un nuevo reparto se dispusieron concesiones mineras para empresas varias entre las cuales figuran la Barrick Gold Corporation, de Canadá, la American Mineral Fields (en la que Bush padre tenía intereses) y la surafricana Anglo-American Corporation, todo ello en desmedro de las antiguas “concesionarias” francesas.

En los años transcurridos hasta hoy han disputado la guerra dos bandos no demasiado estrictos. Ruanda, Uganda y Burundi, apoyados por los EE.UU., solventados por créditos del FMI y el Banco Mundial, y ligados a varias milicias “rebeldes” con nombres exóticos (Movimiento de Liberación del Congo, Coalición Congoleña para la democracia), por un lado, y la RDC (liderada por uno de los hijos de Kabila, luego de que su padre fuese asesinado por ruandeses), Angola, Namibia, Zimbabue y Chad y las milicias (hutus y maji-maji) correspondientes, por otro. En 1999 se establecieron las líneas divisorias entre las fuerzas opuestas, en el Acuerdo de Lusaka, una suerte (siempre provisional) de reparto del territorio, a la usanza de la Conferencia de Berlín de 1885, donde las potencias europeas se distribuyeron el continente para facilitar el saqueo y explotación . Una de las posibilidades futuras es, entonces, la partición de la RDC.



Se han creado distintas empresas mixtas con este fin, la más importante de las cuáles es la SOMIGL (Sociedad Minera de los Grandes Lagos). Sus camiones y helicópteros hacen el traslado interno. Poseen, por supuesto, sus propias compañías de transporte que son propiedad de parientes cercanos a los presidentes de Ruanda y Uganda. Utilizan los aeropuertos de Kigali y Entebe entre otros. En estas verdaderas zonas militares las compañías aéreas privadas (una de las cuales - Sabena - de origen belga, está asociada a American Airlines) ingresan armas y se llevan minerales.

La mayor parte del coltan extraído (luego de ser acumulado hasta subir los precios) tiene como destino los EE.UU., Alemania, Bélgica y Kazajstán. La filial de Bayer, Starck, es la productora del 50% del tantalio en polvo a nivel mundial.

En las minas aluvionales trabajan diariamente más de 20.000 mineros, bajo un sistema represivo organizado por las fuerzas militares y los poderes locales - de los dos bandos en disputa. Estas pagan a los trabajadores unos diez dólares por kilo de coltan (que en el mercado de Londres cotiza alrededor de 250-400 dólares)



La fuerza de trabajo aquí utilizada está compuesta fundamentalmente por ex campesinos y ganaderos además de miles de niños de la región, cuyos cuerpos pequeños pueden fácilmente adentrarse en las minas a ras de tierra. Estos trabajadores extraen coltan de sol a sol, y duermen y se alimentan en la selva montañosa de la zona. Se mantienen en las comunidades y en la selva por sus propios medios, alimentándose de elefantes y gorilas autóctonos, mientras las guerrillas comercializan cueros y marfil.

Un trabajador congoleño normal gana alrededor de (10$) mensuales. Un trabajador que trabaja en las minas extrayendo coltan, gana entre 10$ y 40$ semanales. El kilo de coltan se cotiza en el mercado a 400$. El método de extracción es arcaico, es muy parecido al método con el que extraían oro antiguamente en EEUU. Trabajan en condiciones de semiesclavitud. Un buen trabajador puede sacar un kilo de coltan diario.Además de coltan aparecen otros minerales radiactivos con similares características, elementos como el uranio, torio y radio entre otros. Debido a la exposición de los trabajadores ante estos minerales, ha habido una gran cantidad de enfermos por radiación.

Para paliar la situación, la ONU ha propuesto un embargo provisional de la mercancía de coltán en el Congo. Mientras tanto las ONGs y los ecologistas denuncian ¡la extinción de los monos! En lo que constituye un sentimiento humanista maravilloso, titulan: “Los teléfonos celulares agravan la situación de los gorilas del Congo”. Y quieren que las mismas empresas que acumulan su capital aquí a sangre y fuego ¡inviertan en proyectos de ayuda para el tercer mundo!.



Ahora mirad los telediarios y observad que nada se dice de toda esta miseria en ellos. Este no es más que uno de tantos temas olvidados por el mundo en el que vivimos. El mundo del móvil, del iPod, y la Playstation...

No olvidemos tampoco que fueron los mismos belgas, que ahora están también detrás del coltán, los que, en los 60', serían los precursores del actual virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) debido a la masiva utilización de chimpancés y bonobos sin control veterinario, para la obtención de vacunas de la polio, de bajo coste, de uso interior en el continente africano.

Lctr.

2 comentarios:

deivit dijo...

El cazador busca la pieza, la pieza no busca al cazador. (Yaka)
PROVERBIO AFRICANO

Anónimo dijo...

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algún perverso visionario fue el que le puso el nombre de Tántalo al mineral
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