domingo, 28 de enero de 2018

El Ocaso


Después de ver esta película, nominada a trece Oscars, no tengo palabras para esbozar una crítica, ni siquiera un comentario. Me viene a la mente la imagen de Charlton Heston en el final del "Planeta de los Simios" cuando arrodillado en la arena frente a las ruinas de la estatua de la libertad gritaba aquello de " ¡Maniáticos! ¡Lo habéis destruido! ¡Yo os maldigo a todos!...

Y no es que el trabajo sea malo, o esté mal realizado, o interpretado...

Es que es un trabajo vacio por completo.

Es el ejemplo de la decadencia y el ocaso del cine comercial. Es el colofón de una época que nos ha tocado vivir gobernada por el deterioro, el declive, la agonía, y la depresión. Es el espejo de una sociedad agotada.

Es una mierda.

Es tan fuerte el impacto recibido al ver como este producto menor se alza con trece nominaciones que solo cabe apagar la luz, e irse a acostar.., porque así como el tocadiscos, el radiocasette, las cintas, el walkman, y todos esos inventos pasaron a la historia, ahora le toca al cine.

El cine planteado en estos términos está acabado, y estos chicos que vinieron a darle un nuevo empuje, como Guillermo del Toro, han demostrado tener talento solo para la copia sin contenido. Se han quedado en la superficie sin profundizar lo más mínimo.

Para qué profundizar si al final se gana lo mismo.

Que en el fondo es de lo que se trata...

Lctr.

viernes, 12 de enero de 2018

Las Frases de los Hombres de Estado


"La culpa es de los conductores..."

La culpa es de los conductores porque el día clave de la operación retorno de navidades decidieron tomar una autopista de PAGO en pleno siglo XXI, para darse cuenta de que está insuficientemente mantenida a pesar de nuestros impuestos y del peaje añadido. La "gran nevada" desapareció al día siguiente. Los militares de la UME y la Guardia Civil tuvieron que socorrer a los atrapados. Ni rastro de las medidas tomadas por la concesionaria ni por la DGT (más allá de unos carteles indicadores y el cierre tardío de la autopista). Ni rastro del Director General de Tráfico.



"Es el mercado, amigo..."

Sí, es el mercado. Es el mismo mercado rescatado con el dinero público de todos los españoles, en el que unos cuantos figuras se forran a nuestra costa. Así es el mercado social-capitalista de este hatajo de delincuentes.



“Que los padres hubieran venido antes a por su hijo y no por su cadáver...”

Sin comentarios.


Después de estas intervenciones magistrales, que se suman a los cientos de actuaciones similares de los miembros de ese partido de delincuentes, solo queda decir a la gente de este triste país que...

"Es el PP, amigo...."

Lctr.

miércoles, 10 de enero de 2018

Periodismo Ilustrado. Rosa María Artal

Nos están dilapidando el Estado





Decía Rajoy en 2012, su primer año de mandato, que planeaba lograr “el Estado más barato de Europa Occidental” y, desde luego, se ha dedicado con fruición a la tarea. Alguien como él, tan aficionado a los dichos y refranes, debería saber que lo barato es caro. Y no solo para el bien público sino para la pura marcha económica. De ahí que grandes soportes del poder financiero y mediático estén empezando a advertirle que por ese camino están agostando el futuro de nuestro país y nuestra sociedad. Así lo decía el editorial de El País del lunes, aun con toda su mirada neoliberal. Hablan de medidas de ajuste equivocadas, cuando no fue tanto “la crisis” –eterna excusa – como la decidida voluntad de recortar lo público. Causas distintas para un diagnóstico que comparto: Están dejando el Estado bajo mínimos y es peligroso. El paciente puede morir de inanición.

El Banco de España vuelve a reflejar que el descenso continuo de la inversión pública en España situó a 2017 en el mínimo de los últimos 50 años. Ha sido el 1,9% del PIB, la más baja proporción desde 1970 y la menor de toda Europa. Salvo Portugal que –con un gobierno de izquierdas – anda reponiéndose con sus propias recetas y con éxito. Aquí, Rajoy sigue encantado de su labor. Dando una versión desbordadamente triunfalista de su gestión. El PP ha reducido en un 60% la inversión en infraestructuras. Un 50% las educativas y un 37% las sanitarias. Abultado porcentaje, aún descontando la previsible corrupción de aquellas obras. IVIV, la Fundación del BBVA, también alerta de los riesgos de tan enorme recorte.

El caos de la nevada, ejemplo del recorte en servicios públicos


El escándalo desatado por la nevada del día de Reyes guarda estrecha relación con haber minimizado el Estado. Con las privatizaciones. Muchos ciudadanos que no siguen la actualidad se habrán enterado de que depende de por dónde circulen para que el Estado se responsabilice de su seguridad.

Hemos llegado a la alucinante situación de ver al Director General de Tráfico culpar a los conductores de haberse quedado –por miles – tirados en la nieve durante horas, hasta 18 horas. En carreteras a su cargo y en una autopista, la AP-6, Villalba-Adanero, abierta, no cerrada en su acceso, que se cortaba en un punto, abandonando a los viajeros a su suerte. La diatriba entre a quién correspondía activar los quitanieves y distintos recursos quedará probablemente en nada o en poco. No puede decirse que el PP apriete a las concesionarias de autopistas que rescató con nuestro dinero. Obligados por los dadivosos contratos que suscribieron previamente sus administraciones.

La España tabernia y cuñada lo tiene claro: los conductores son culpables… porque lo dice la autoridad ante la que solo cabe sumisión. En el siglo XXI existen medios para no tener que quedarse en casa a esperar que escampe, como en el XIX, si se van a utilizar carreteras nacionales.

El caos de la nevada es el ejemplo más gráfico de lo que está sucediendo en todos los sectores a los que el PP ha venido aplicando el rigor de su tijera cuando no su guadaña. Porque hay más. La inversión en carreteras ha caído a niveles de los años ochenta. Se preguntan por qué ha vuelto a crecer el número de víctimas de accidentes de tráfico. El deterioro de la red viaria influye decisivamente. Y la antigüedad del parque automovilístico que ha alcanzado la peligrosa media de 14 años. Solo el 35% tiene menos de 10 años que es lo aconsejable. El “pese a la recuperación” les queda muy lejos a buena parte de la sociedad. Abrir los ojos a mucha más.
Sanidad y educación, los otros dos grandes paganos

Hablamos también de recortes drásticos en las infraestructuras de Sanidad. No tienen más que ver el estado en el que se encuentran las urgencias del Hospital de La Paz de Madrid que era un centro de referencia. Como ejemplo de muchos otros. Y el descenso en las valoraciones internacionales de nuestro Sistema Público de Salud considerado, hasta la llegada del PP, uno de los más eficientes del mundo. O en educación.

Recordemos que el recorte del monto global de estos ministerios fue el primer gran decreto del PP junto con la reforma laboral. Tres grandes pilares, tres grandes bocados. Los dejó temblando. Pero, oiga, si es usted un buen ultraliberal, ahorrando se puede pagar en EEUU un tratamiento , por ejemplo, para evitar la ceguera por degeneración de la retina. Quién no tiene a mano 850.000 dólares para dedicarlos a ese fin. Además, el laboratorio lo vende a plazos.

Invertir en deseducación

Se preocupan de cómo afectará la falta de inversión en infraestructuras en nuestro futuro. Aún más nos dañará como sociedad la implacable apuesta por la deseducación, cuando no por un puro fomento de la burricie. Ha encontrado un campo fértil. Les salen cuatro charlatanes en la tele salpicando datos en una pizarra y hablando de lo malo y antiguo que es Papá Estado y lo compran. No cuentan entretanto que a Papá Estado lo tenemos a cuerpo de rey con nuestros impuestos y Papá Estado nos devuelve migajas. Pagamos más dinero por menos servicios y encima quienes pagamos, porque también hay privilegiados para el ministerio de Montoro.

Deuda pública en máximos

El gobierno de Rajoy ha logrado unos niveles de inversión en los ciudadanos mínimos y, paradójicamente, tiene la Deuda Pública en máximos. Más de dos tercios de la deuda pública española procede de gestores del PP, municipales, autonómicos y estatales. Medio billón de euros de los 753.000 millones que ha crecido el endeudamiento institucional en la última década. Los presupuestos de 2017 asignaron casi un 10% del total (un 9,4%) a pagar los intereses. 32.171 millones, solo en intereses, además de la amortización.

Pero no son temas que, como otros, colonicen los medios. Presumir de esta gestión y que se la aplaudan es un buen índice de la España de hoy. El FMI acaba de alertar al gobierno del peligro que representa la descomunal deuda de España. Les recomiendo ver los gráficos de su evolución comparada y así podrán admirar el garbo de esa flecha casi vertical al techo desde que manda Rajoy.

Crear un agujero en el sistema de pensiones de 100.000 millones de euros –no es un error: 100.000 millones de euros- es otro de los grandes logros de la gestión de este PP que ha llevado la inversión pública en España a mínimos. Zapatero dejó la hucha con superávit: de 66.815 millones de euros.

¿Por qué intentan imponer que no es sostenible ya el Estado del Bienestar?

Ignacio Escolar escribía en Actúa, uno de los libros que compartimos: “Si la Europa arruinada de la posguerra fue capaz de construir el Estado del bienestar, ¿por qué la Europa próspera del siglo XXI va a ser incapaz de mantenerlo?”. Es hora de responder que porque volvió a cruzarse en nuestro camino la codicia de unos pocos, la desinformación, y el miedo y credulidad de una mayoría suficiente de ciudadanos.

Anticorrupción tiene bajo su foco a los cuatro políticos del PP que han presidido la Comunidad de Madrid: Gallardón, Aguirre, González y Cifuentes. Solo este dato, enorme, aunque gota de agua en el océano de la corrupción en España, da idea de lo que para las arcas del Estado supone el saqueo al que vienen siendo sometidas. No hay pan para tanto chorizo. No lo había, y sigue sin haberlo. Pero cada vez parece haber, también, menos ciudadanos hambrientos de dignidad. Y alguna trápala más se cuece en la sombra cuando contemplamos el silencio y la colaboración de partidos y personas en teoría progresistas. De quien comparte al 100% la ideología del PP poco hay que esperar.

Se está aplicando con tan sistemática eficacia la destrucción del Estado que apenas va a quedar ya remedio. Con grandes complicidades. Nunca pagamos tanto a cambio de tan poco. ¿Para qué sirven ahora nuestros impuestos? Se diría que, básicamente, para mantener los gobiernos varios, las oposiciones varias, la Monarquía y las fuerzas de seguridad. Recordemos que en este momento de inversión mínima en gasto social, el ministerio de Defensa se ha comprometido con la OTAN a aumentar el gasto militar en un 80% hasta 2024.

El recorte en educación, se paga. El PP y sus socios han sabido encumbrar a la España oscura que tiene su razón de ser solo en símbolos y tradiciones inamovibles. Esta etapa ha potenciado la caspa, la ha hecho emerger en sectores que ya la escondían por pudor. Lo cual es una condena para el conjunto si no adopta una actitud activa. Algo incumbe a la propia sociedad, dado que no toda ni mucho menos muestra carencias cognitivas y éticas que cada vez se airean más y con mayor orgullo. Se la culpa se quedarse atrancada en la nieve desoyendo que no hay gobierno serio que la ampare. Pero todavía es más grave que lo acepte y que dóciles colaboracionistas lo aplaudan.

Lo más grave es esta sociedad que se está dejando quitar las bases de un Estado social a cambio de nada, porque se ha dejado convencer de que este estatus de corrupción e ineficacia es a lo mejor que puede aspirar.

Lctr. (C&P)

lunes, 8 de enero de 2018

Periodismo Ilustrado. Hoy: David Torres


Nunca nieva a gusto de Todos


El PP es un partido que siempre ha tenido un serio problema con la realidad. O más bien es la realidad la que tiene un serio problema con el PP. Desde cierto punto de vista, podría decirse que el PP es una formación más epistemológica que política, repleta de filósofos y sofistas que, ante cualquier contratiempo, lo primero que hacen es preguntarse si realmente ese contratiempo existe, después lo niegan, luego lo catalogan en la categoría correspondiente y por último, en el mejor de los casos, lo archivan. Porque a esas alturas lo más probable es que el problema haya desaparecido solo o que no haya forma humana de solucionarlo o que haya sido disimulado bajo una cabalgata de Reyes Magos o una manifestación callejera en Caracas o cualquier otra emergencia ineludible. Tesis, antítesis, capa de pintura.

Puede parecer una técnica descuidada o ineficaz pero hay que reconocer que la mayoría de las veces funciona. Lo peor que puede hacerse ante un problema es ponerse a solucionarlo a tontas y locas, sin un ejercicio de reflexión hegeliana que identifique sin ningún género de duda a qué clase de problema nos estamos enfrentando. Por ejemplo, el PP lleva décadas reflexionando sobre cuál será la mejor manera de enfrentar la lacra de la corrupción y de momento no ha encontrado ninguna. Ni manera ni corrupción ni lacra. A menudo siguen a rajatabla aquella magistral lección de Gila disfrazado de bombero, quien solucionaba un incendio por teléfono, aconsejando al impaciente ir de vez en cuando a la habitación donde arden los muebles y arrojar cada media hora un vaso de agua a las llamas.

Cuando a estos filósofos no les va bien con el método del bombero a distancia, utilizan el de Gene Wilder intepretando a un psiquiatra al que su mujer sorprende en la cama con una oveja: “No es lo que te piensas, cariño; se trata de una paciente mía que cree que es una oveja”. Así han ido gestionando, con sabiduría y paciencia, algunas de las peores catástrofes de los últimos tiempos. Cuando se hundió un petrolero frente a la costa gallega, se lo llevaron mar adentro de modo que el chapapote se repartiera por el mayor número de playas posible y que la gente pudiera recogerlo en palanganas para hacer frente al invierno. Cuando estallaron unos trenes en Madrid, dijeron que había sido la ETA para no asustar al personal con el peligro del terrorismo islamista. Mejor que fuese la ETA, que ya estábamos acostumbrados. Cuando un montón de militares murieron en un accidente de avión en Turquía, identificaron los cadáveres a voleo, siguiendo la solemne tradición instaurada en el Valle de los Caídos. Cuando importaron el ébola desde África, le echaron la culpa a una enfermera que no estaba preparada ni equipada para esa clase de emergencias médicas y que sobrevivió de puro milagro. De paso, se cargaron a su perro por aquello de la rabia y por si las moscas. Cuando un terrorista al volante sembró de muertos las Ramblas de Barcelona, ellos seguían asegurando que lo de los trenes en Madrid había sido cosa de la ETA.

De manera que ayer, cuando un temporal de nieve provocó un caos automovilístico en el que más de tres mil vehículos quedaron bloqueados y el ejército tuvo que salir a rescatar a miles de personas atrapadas en la AP 6, el operativo filosófico del PP se puso de inmediato a identificar el problema. Lo primero que descubrieron, tras una larga serie de discusiones y deliberaciones, es que la culpa era del tiempo. Del mal tiempo, concretamente. Que se había puesto a nevar contra todo pronóstico, un 7 de enero, a nevar mucho, encima de una autopista de peaje. Que, para colmo, a la nieve le había dado por caer a traición, en domingo, un fin de semana -en vez de ponerse a nevar el lunes- cuando mucha gente regresaba de las vacaciones navideñas en lugar de haberse quedado en su casa. Para colmo de males, como advirtió el Director General de Tráfico, Gregorio Serrano, los conductores no se habían enterado, ni sabían leer, ni habían tomado preocupaciones, ni le habían rezado a la Virgen lo suficiente, como es preceptivo en estos casos. En fin, que gracias a la previsión del PP se ha solucionado la sequía acuciante que padecía el país desde hacía varios meses, aunque nunca nieve al gusto de todos.

Lctr. (C&P)

sábado, 6 de enero de 2018

Grandes basuras humanas. Hoy: Luis del Val


He aquí este ilustre colaborador de "el programa de Herrera" que todas las mañanas nos deleita con su gracejo en forma de "copla" hablando sobre la actualidad de España. Con un estilo decimonónico y cursi, más propio de otros tiempos, y con una voz que nos recuerda a la de los noticiarios del régimen, este personaje se atrevió ayer a florecer con todo su esplendor por si quedaba alguna duda de su original manera de pensar...



Luisito... eres un miserable.

Lctr.

martes, 2 de enero de 2018

Comedia

A veces aparece una canción que te sacude un poco. Pequeñas obras maestras que contienen toda la verdad.



La comedia del hombre comienza así
Nuestros cerebros son demasiado grandes para las caderas de nuestras madres
Y así la naturaleza adivina esta alternativa
Salimos a medio formar y esperamos que quien nos recibe al otro lado
tenga la amabilidad de llenarnos
Y, queridos, así es como ha sido desde entonces

Ahora, el milagro del nacimiento deja algunos problemas por resolver.
Como, digamos, que la mitad de nosotros somos periódicamente deficientes en hierro.
Así que alguien tiene que ir a matar algo mientras cuido de los niños.
Lo haría yo mismo, pero ¿qué? ¿Vas a hacerlo? ¿conseguir esto es leche?
Él dice que tan pronto como regrese de la cacería, podemos cambiar
Es difícil no enamorarse de algo tan indefenso
Señoras, espero que no terminemos lamentando esto.

Comedia, ahora eso es lo que yo llamo comedia pura
Solo esperando hasta la parte donde comienzan a creer
Ellos están en el centro de todo
Y algún ser todopoderoso dota de significado a este espectáculo de terror

Oh, sus religiones son las mejores
Se adoran a sí mismas pero están totalmente obsesionadas
con los zombies resucitados, las vírgenes celestiales, los trucos de magia, estos atuendos increíbles.
Y se ponen terriblemente molestos
cuando cuestionas sus textos sagrados.
Escrito por epilépticos que odian a las mujeres.

Sus idiomas solo sirven para confundirlos.
Su confusión de algún modo los hace más seguros.
Forman fortunas que envenenan a su descendencia.
Y reparten premios cuando alguien patenta la cura.
¿Dónde encontraron a esos matones que eligieron para gobernarlos?
¿Qué hace que estos payasos que idolatran sean tan extraordinarios?
Estos mamíferos están empeñados en formar nuevos dioses.
Así pueden seguir siendo animales impíos.

Oh comedia, sus ilusiones no tienen más remedio que creer
Sus horizontes que retroceden para siempre
Y cómo es esto por ironía, su idea de ser libres es una prisión de creencias
Que nunca tienen que irse

Oh comedia, ¡es como algo que un loco podría concebir!
Lo único que parece hacerlos sentir vivos es la lucha por sobrevivir
Pero lo único que solicitan es algo para adormecer el dolor
Hasta que no queda nada humano
Solo materia aleatoria suspendida en la oscuridad
Odio decirlo, pero el uno al otro es todo lo que tenemos.

(Feliz año nuevo. Rg)