viernes, 6 de diciembre de 2013

Arte

En el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía tiene lugar la exposición "Formas biográficas. Construcción y mitología individual". En una de las salas de la exposición hay una caja de Doritos, que es una obra llamada "El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía presenta al Sr. Cuchillo y a la Sra. Tenedor". El autor es el artista Danés Henrik Olesen.


Aprovecho esto para hablar sobre el concepto o definición de arte. Es cierto que ya antes de entrar en el asunto hay una corriente que se sitúa de antemano fuera del debate argumentando que da igual definir o no arte, ni siquiera entrar en consideración sobre qué obra merece tal denominación, y que la única realidad es que alguien crea algo y alguien lo observa, y a partir de ahí lo demás sobra. Yo no estoy en ese grupo, que a mi entender se posiciona en el lado fácil del asunto ya que deja a otros la responsabilidad de cuidar y mejorar la creación artística y concede tal honor a quien ni siquiera crea, o lo que es peor, a quienes manipulan el proceso para convertirlo en un juego de intereses. Del arte y del artista hay que cuidar desde fuera y desde dentro.

Así que me declaro a favor de la necesidad de defender unos mínimos que merezcan la consideración de arte para la obra del creador, por mucho que eso escandalice, especialmente a los que se autocalifican de modernos.

Para empezar me resulta poco sana la asimilación que se ha hecho de las palabras "creación" o "provocación" a la de "arte". Es verdad que todo lo que puede ser considerado obra de arte necesita de un proceso de creación pero el simple hecho de crear no puede ubicar una obra en el ámbito del arte. Podemos crear una silla con el respaldo verde y patas blancas, pero no es más que una construcción decorada. Sin embargo se escucha constantemente mencionar al creador como si ese título que le diferencia del que no crea ya le posicione en el nivel de artista. Además de que estrictamente hablando se es artista, si es que se es, sólo cuando se está creando y no mientras se está existiendo, pero eso es otro tema. Igual ocurre con el término provocación: "El artista consigue provocar al espectador...". Confundir arte con provocación e incidir constantemente en esa idea no es beneficioso para el espectador.

Por otro lado, y una vez cumplida la obvia condición necesaria pero no suficiente de la creación, en mi opinión es necesario que la obra creada ofrezca alguna novedad con respecto a lo ya existente relacionada con la superación de lo anterior. No merece el calificativo de obra de arte volver a pintar la ya pintado, volver a componer un Rock&Roll o repetir un graffiti por enésima vez. Hay una responsabilidad en la lucha interior del creador que es la de intentar aportar algo a la disciplina en la que pretende moverse, aunque esto de disciplina es encorsetar mucho, pero para explicarme es de momento suficiente: pintura, fotografía, música, etc. , ya se sabe. No es fácil considerar arte a la copia, a volver a hacer lo mismo. O lo que es peor, no creo que merezca el nombre de artista quien repite y repite algo que además es copiado.

Además, en la calificación de arte, y a este respecto no tengo ninguna duda, debe incluirse la capacidad de emocionar. A mi modo de ver la emoción es la esencia del arte, y no es un indicador que esté sólo del lado del espectador, que por supuesto, sino también del creador. Aquí es donde radica la mayor dificultad para establecer algo como obra de arte, ya que la subjetividad escapa a cualquier medida, pero también es cierto que cuando una obra emociona con intensidad lo hace a la mayoría de la gente, lo cual es un indicador del carácter emotivo de algo. No es lo mismo gustar que emocionar. Lo primero es un grado menor, lo segundo son palabras mayores. Pero incluso dejando de lado la estadística de los emocionados, cada ser humano que se emociona ante una obra, por las razones que sean, vive su propia experiencia, su sentimiento, se le revuelve lo que quiera que sea que se nos revuelve por dentro y quedamos fascinados con algo que tal vez sólo te pasa a ti, y eso no nos confiere la potestad de calificar esa creación como obra de arte ante los demás. Creo que es necesario el consenso en la emoción como forma natural de transmisión de la belleza, la emoción compartida fruto del reconocimiento de la aportación, de la novedad, de la superación y de la responsabilidad y el respeto a lo que hicieron otros antes.

Escribir sobre el arte en 3 ó 4 párrafos, como he hecho aquí, es de una superficialidad merecedora de algún que otro insulto. Lo acepto. El tema merece mucho más, sobre todo porque es un asunto que o por pereza o por error está terminando en manos de unos cuantos que están haciendo de él su territorio.

Otro día habrá que hablar también de eso que se conoce como el mundo de la cultura. Otro temazo.

Rg

6 comentarios:

Lecter dijo...

Sí, es un tema para editar varios tomos. Y seguiríamos en las mismas. No obstante, en capítulos anteriores....

http://www.naturamundi.blogspot.com.es/2008/12/mi-me-guzta-m-la-carne-en-zarza.html

http://www.naturamundi.blogspot.com.es/2008/11/lo-del-arte.html

http://www.naturamundi.blogspot.com.es/2008/11/john-cage-reflexiones-sobre-la.html

http://www.naturamundi.blogspot.com.es/2008/11/vueltas-con-el-arte.html

http://www.naturamundi.blogspot.com.es/2010/02/en-mundo-today.html

Anónimo dijo...

Los Doritos tio, los Doritos. Madre mía.

Rg

Anónimo dijo...

estimados, esa pieza forma parte de una expo que se supone habla de las "Biografías" de los artistas. Es una muestra que plasma la Tesis Doctoral (sí, como lo oyes) del comisario en cuestión (suerte -o enchufe- que ha tenido el tipo de poder ver los contenidos de su trabajo todos reunidos en una muestra). Esto como para situarnos.
A lo que iba, el término ARTE ahora mismo (que ya no se critica la pincelada o el modelado), es todo lo que se expone en una galería de arte o lo que se muestra en museo de arte contemporáneo. Eso es Arte. Nos pongamos como nos pongamos.
Supongo que similares consideraciones a las que tú haces se le hicieron antes a Litchestein, a Claes Oldemburg, como se le hicieron a Picasso y antes a Turner, Rodin, y al que pintó por primera vez a un faraón visto de frente...
saludos
.

Lecter dijo...

Pues eso, lo dicho, te pongas como te pongas. De todas formas vuelvo a referirme a la entrada de capítulos anteriores...

http://www.naturamundi.blogspot.com.es/2008/11/vueltas-con-el-arte.html

PS. Abrazos Maníasmías

Anónimo dijo...

Lctr;

me ha encantao esa entrada que me has recomendado, antiquísima y que no recordaba de Naturamundi, y creo que la frase (y definición)de que ARTE es una "Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros." Es absolutamente definitiva, y deja las cosas claras, claritas.

A todo esto, como casi siempre, yo he estado haciendo de abogado del innombrable, ya que a mi, cada día más, el arte contemporáneo me toca más un pie (que otra cosa) y que lo más moderno a donde llego es a pensar donde esté la musculatura de Picasso que se quiten estos alfeñiques de tres al 1/4.
Hijo, es que cada día me gustan más los cachas, como Velázquez, Goya, Ribera, Rafael, Tintoretto, Caravaggio, Buonarotti, aunque estos dos últimos tenían lo suyo de damiselas.
pace e salute (e incorrección política)
.

Lecter dijo...

Completamente de acuerdo, al final uno vuelve a "los dinosaurios", que básicamente han sido los precursores de todos los demás.

No obstante, esperemos que la gente no pierda el interés ni la emoción de contemplar estas expresiones humanas, aunque sean bajo la forma de cajas de Doritos.

Abrazos de nuevo (la sombra de este gobierno es alargada)