Adolfo Suarez lleva once años muerto, perdón, treinta y tres. Desde el 81' y el golpe. Se lo cargaron entre todos porque había que dejar paso a la España a la que no la iba a conocer ni la madre que la parió
Suarez era falangista, del movimiento, a todos nos parecía que era un dependiente del Corte Inglés cuando sucedió a Arias Navarro. Pero Suarez era distinto, verdaderamente distinto, era distinto por ser igual, por querer igualar, de una vez por todas, a las gentes de este país. Hasta que no legalizó al partido comunista no paró, no cejó en su empeño de que España no podía ser una mierda más, la mierda de siempre. El propio Felipe González afirmó que si no había partido comunista en España no pasaba nada, que para eso estaba él. Ya véis.., para eso estaba él.
La derecha nunca perdonó a Suarez aquel "improperio", y la "izquierda" de felipón tampoco. De esa manera le quitaron de en medio entre unos y otros, le redujeron al absurdo, a un absurdo que quedó empequeñecido cuando todos vimos que mientras Tejero tiroteaba el techo del Congreso, la única persona civil que quedo sentada en su sitio fue Adolfo Suarez.
Dignidad ante todo.
Dignidad ante todo.
Hoy confluyen en Madrid todas las marchas de la Dignidad, de la dignidad de ser humano, aparte de ser español. Y hoy todos los medios de comunicación se dedican a hablar de Adolfo Suarez, en pasado, homenajeándole como si hubiera muerto, para disimular lo que en realidad está sucediendo.
Querido Adolfo, no hay manera, esto es un país de hijos de la gran puta, y no hay quien lo cambie, ha sido así durante siglos, y no hay manera de variarlo.
Lctr.
PS. Puedo prometer.., y prometo..
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