España tiene un problema informático mal solucionado desde 1978.
En aquel momento, cuando debería haberse actualizado el sistema operativo, eliminando cualquier vestigio de la versión anterior, no se hizo. En su lugar se utilizó un parche de actualización que se llamaba "Transition 1.0" manteniendo toda la arquitectura previa, y relegando a la sección de "archivos ocultos" todas las carpetas marcadas con los nombres de "cunetas", "restablecimiento del daño", y "devolución al estado".
Además, también fueron implementados parches con nombres como "Autonomías 1.0/1.17" y ocultando a su vez toda una serie de carpetas con información relevante sobre identidades nacionales de los pueblos de España.
De esta manera el ordenador podría seguir tirando durante un tiempo, nadie sabía predecir cuánto, pero eso era lo de menos, el caso era seguir a toda costa, para ello también se instaló el programa de seguridad "El que venga detrás que arree 2.0".
Conforme aparecían nuevas necesidades marcadas por la modernización del mundo que nos rodea que implicaban soluciones para la educación, la sanidad, las pensiones.., el sistema daba claras muestras de estar obsoleto. Para poner solución a estos problemas se utilizaron nuevos parches de dudosa procedencia y aparecieron "bugs" de difícil depuración que abrieron el camino a virus, troyanos, y malwares de todo tipo que terminaron por corromper del todo nuestro vetusto dispositivo.
Esta es la situación en la que nos encontramos hoy en día.
¿Qué dicen al respecto los "administradores" del sistema? Veamos algunas de sus propuestas:
Los administradores del sistema actual, y parte del de el anterior, opinan que podemos seguir con esta misma maquinaria sin más que añadir el nuevo parche "Pseudodemocracia 2.0" que trae como complemento las aplicaciones "Más de lo mismo 1.9" y el programa estrella "Rodillo"
Otros opinan que estando de acuerdo con esa idea es mejor que nos compremos un Mac. Un buen ordenador de Apple, con funda naranja, al que no le afecten los virus, y funcione de manera fiable y sin cuelgues. Para ello deberíamos desestimar todos los archivos almacenados en el anterior ya que son incompatibles con el nuevo sistema, además el nuevo equipo es el doble de caro, tiene limitadas las opciones de configuración, y cada vez que necesitemos la más mínima aplicación deberemos pagar. También deberemos pagar por los cables esenciales (dongles) para conectar los periféricos necesarios para su funcionamiento.
Hay otra corriente que opina que lo primero que hay que hacer es salvar los archivos de las carpetas ocultas del anterior equipo en disco externo. Después formatear el disco duro, y una vez hecho esto instalar un sistema operativo de libre distribución como "Linux". Con el nuevo sistema tendremos la opción de configurar nuestro equipo conforme al uso que le vayamos a dar, podremos sacar a la luz las carpetas ocultas para tramitar sus soluciones, no dependeremos para futuras actualizaciones de empresas satélite pero, eso sí, el nivel de conocimientos de los administradores para manejar este nuevo equipo debe ser más avanzado, siendo necesario disponer de personal cualificado para operar con este nuevo software, algo incompatible con la actual política de "asesores".
¿Qué solución le parece mejor a este problema informático?
Razone la respuesta.
Lctr.