Este gobierno de la infamia, encabezado por su señor presidente, no ve la manera de ganar tiempo como sea al menos para tener unos meses y esconder, o quemar directamente, todas las pruebas que les incriminen de manera directa en el entramado corrupto del que forman parte.
Rajoy sabe perfectamente que de prosperar la reciente moción de censura, sin la cobertura de medios de comunicación nacionales, y sin el amparo de jueces de "su cuerda", podría incluso acabar con sus huesos en la cárcel. Recordemos como después del cambio de gobierno autonómico valenciano la práctica totalidad del Partido Popular regional fue desfilando por los tribunales. Una situación similar podría darse, pero en este caso no sería un gobierno autonómico; sería el mismísimo gobierno de la nación.
Por ello están barajando incluso con la dimisión "in extremis" del indecente, para que la votación de la moción de censura no pueda efectuarse.
Veremos a ver que pasa en estos días. Esperemos que la España real, esto es, la formada también por vascos y catalanes, camine de la mano para conseguir algo que no puede demorarse más. Es urgente desalojar a estas personas irresponsables del poder. Con ellos hemos conseguido la mayor involución y retraso del país desde la dictadura. Solo se han dedicado a saquear, a destruir lo que es de todos, y a enarbolar unos sentimientos patrioteros, que creíamos superados, que nos han sumido en una de las mayores crisis de identidad que ha sufrido nuestro país desde la guerra civil.
De una manera u otra este hatajo de impresentables, tarde o temprano, será desalojado.
Mejor que sea antes, para que después no tengamos que arrepentirnos...
Lctr.