Bodas de Sangre, de García Lorca. En el segundo acto la criada ayuda a la novia a prepararse para la boda.
Despierte la novia
la mañana de la boda.
¡Que los ríos del mundo
lleven tu corona!
Que despierte
con el ramo verde
del laurel florido.
¡Que despierte
por el tronco y la rama
de los laureles!
Despierte la novia
la mañana de la boda;
ruede la ronda
y en cada balcón una corona.
Al salir de tu casa,
blanca doncella,
acuérdate que sales
como una estrella...
¡Al salir de tu casa
para la iglesia,
acuérdate que sales
como una estrella!
Pero esto último se puede decir como lo dice Lidia Pujol. Click AQUI.
Carlos.
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