Partidos como el de ayer son los que hacen que cada vez te guste menos el fútbol y lo que representa. Para empezar, las aficiones madrileñas, no tienen otra cosa que hacer nada más que "cantar" el himno español a lo "lololo", delante de su graciosa majestad, para sobarle el lomo y demostrar su servilismo. Qué pena de Madrid, qué mal ejemplo para el resto de España.., bueno, un momento, los mindundis que ayer había en el estadio no representan a Madrid, ni siquiera al fútbol como deporte, representan al fútbol madridista, ese lugar oscuro, apartado de cualquier cauce de razón, cuyo único alimento es el AS o el MARCA, y cuyos enemigos son, por este orden, el madrí (para los del atleti), el barça, los catalanes, y los vascos (para los dos).
Me recuerda aquella escena de la película "Gigante" entre Taylor y Dean, en la que preguntado por su opinión sobre los inmigrantes e indios de Texas, Dean responde: En ese tema yo soy tan de Texas como el señor Benedict... Del mismo modo le preguntas a uno del aleti sobre fútbol y te responde primero que odia al Madrid, para después añadir: Pero ojo, al barça y a los catalanes también.
Con semejante afición no podíamos esperarnos otra cosa más que ver un partido como el de ayer, ramplón, brutal, tosco, feo, y por supuesto, lo ganó el peor. Pero este último mérito se lo lleva el arbitraje de este deporte, que no permite el uso de la tecnología, y en el que los jugadores teatreros y marrulleros se amparan para desarrollar su antifútbol y su miseria.
Por todas estas razones, y muchas más, me declaro objetor del fútbol nacional, no perderé ni un minuto más viendo estos espectáculos de miseria, mentira, racaneo, y trampa, en el campo.., y de incultura, bajeza, sinrazón, y bestialismo, fuera de él.
Lctr. (Un atlético decepcionao)
1 comentario:
Es una estúpida terapia inocua odiar al Madrid o a Vettel o a Djokovic.
Es mi caso.
Rg
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