A falta del estreno del último capítulo de la serie el próximo Domingo 29 de septiembre, Breaking Bad se ha convertido, con autoridad aplastante, en posiblemente el mejor film por entregas que se haya producido jamás en la historia de la televisión.
El extraordinario capítulo de la semana pasada, Ozymandias, el número 14, absolutamente magnífico, de un realismo y crudeza escalofriante, cargado de verdad y de autenticidad, considerado ya como el mejor episodio de toda la serie, fue seguido por la friolera de 6,40 millones de personas en USA.
Porque el buen hacer, el buen trabajo, la impecable realización, los extraordinarios actores, evolucionando temporada tras temporada (nada que ver con Dexter en la que los actores en un principio frescos se van anquilosando y sepultando con el paso de la serie..), las excepcionales secuencias, las singulares sucesiones de planos, la música.... Un trabajo así tiene que tener su premio, y el premio se lo ha dado la gente con su aceptación primero, y su admiración después.
En efecto, la serie al principio no fue seguida por el público de una manera masiva, los primeros episodios secos, crudos, directos, causaron un efecto de rechazo. Posteriormente la serie fue ganando adeptos, se fue aceptando, básicamente porque esa historia seca, cruda, y directa, podría ser perfectamente la historia de cualquier mortal (emocionalmente se refiere) Actualmente, lo que empezó en serie, se ha convertido en una verdadera obra maestra del octavo arte (si consideramos séptimo arte al cine)
El próximo Domingo es su final. Creo que a todos casi nos da igual el final. El trabajo ya está hecho, sin embargo, no seré yo el que se lo pierda...
Lctr.
1 comentario:
Serie cojonuda
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