viernes, 14 de octubre de 2016

El Tonto era Él


Este señor amigo de las coplas y de la fiesta nacional, fumador de puros de uña larga y admirador de tronos y paseillos. Este viejoven con aroma a rodal de sobaquillo y a sol y sombra de Soberano, no para de insultar a todos los que no le bailan el agua al partido del gobierno y a la iglesia que le paga. Sí, la iglesia que pagamos todos por obligación aunque no queramos, es quien mantiene a este y a otros "fenómenos de masas".

Este defensor de la España cañí y de la España ignorante que le ríe las gracias mientras se enciende los puros con su dinero, no para de llamar tonto a todo aquel que se salga de los valores rojigualdas y legionarios de los que hace gala cada día en su nauseabundo programa.

Se le llena la boca de insultos a los que no fueron a "la gran cita" de su rancia hispanidad pero no los nombra, no se atreve, porque es un bocas cobardón que pierde la fuerza por el pico, ya que cuando los tiene delante carece de argumentación en su discurso, y el que queda verdaderamente como un tonto siempre es él y toda su cohorte de zombies tardofranquistas.

Tarde o temprano desapareceréis, vuestra presencia es anacrónica y absurda. Si no fuera así mucho me temo que el país no tendría ya ningún remedio.

Lctr.















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