miércoles, 12 de julio de 2017

La España Popular

Mezquina, cómplice del terrorismo, asquerosa...

A falta de otras, estas son las miserables armas que esgrimen los del partido del robo y de la corrupción contra la persona que ha significado, y esta significando, el freno de su impune saqueo a Madrid y a su Comunidad.

Estos degenerados, acostumbrados a campar a sus anchas en las arcas públicas, están rabiosos por no poder seguir llevándoselo crudo desde que Carmena gobierna en el consistorio, y ya no saben ni lo que hacer.

Como pervertidos y depravados que son, no dudan en echar mano de los golpes más bajos y de las estrategias más marrulleras para conseguir sus fines. Están acostumbrados. Son vulgares delincuentes.

Aquí tenemos a Carmena, aguantando como puede los insultos y abucheos de los mucho y muy españoles, esos que se ocultan tras la bandera para cometer sus tropelías y canalladas, los mismos que no ha mucho tiempo cantaban alegres al unísono, impasible el ademán, dándole la cara al sol.

Los mismos que no quisieron arropar a Pilar Manjón en un acto similar por considerar que aquellas víctimas no merecían homenaje alguno. Los mismos que se ríen a carcajadas de las víctimas del franquismo impidiendo por todos los medios posibles la reposición del daño.

Resulta curioso que los dos mayores responsables del país en la fecha en la que se cometió aquel asesinato miserable no se hayan querido sumar al acto. Ni rastro de Aznar ni de Mayor Oreja. Seguramente tendrían cosas hoy más importantes que hacer.

Si queremos avanzar, si queremos dejar atrás esta "España Popular" del robo, la mentira, y el engaño, hay que empezar echando a todos estos.

Ánimo Manuela. 

Lctr.

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