jueves, 17 de agosto de 2017

Phillip K. Dick


He utilizado parte de este verano para ponerme al día con un autor al que conocía por las adaptaciones de sus novelas al cine. Después de haber leído gran parte de su obra todavía no sé por qué este señor no tiene una estatua, o un busto, o una plaza, en el mismo centro de cualquier ciudad importante del mundo. Podría tener también, por qué no, un planeta, una estrella, o toda una galaxia entera dedicada a su memoria, recordándole para la eternidad.

Cuando te sumerges en cualquiera de sus novelas ligeras, de alrededor de doscientas páginas más o menos, de lectura agradable, no puedes evitar en algún momento de la narración quedarte boquiabierto, con cara de lelo, arrebatado y fascinado por lo que allí se dice, por los extraordinarios contenidos de sus historias, por el delirante manejo del espacio y del tiempo para describir unas meta-realidades que en el fondo están presentes en cada uno de nosotros. Es el primer escritor que escribe directamente para el "condensador de fluzo" que todos llevamos incorporados en nuestro interior, su lectura nos hace mirar de nuevo con ojos renovados al mundo que nos rodea.

Sumergirse en el universo "Kdickiano" es un auténtico gozo y un placer intelectual, es un viaje genuino hacia la introspección, a la vez que un acto de solaz esparcimiento donde no falta el fino sentido del humor y el entretenimiento.

Toda la ciencia ficción actual tiene un tributo con este señor. Desde Blade Runner a Matrix, pasando por Inceptión e Interestelar, por no hablar de Total Recall, El Show de Truman, Minority Report.., y tantas, y tantas... Todo había sido dicho antes por Phillip K. Dick.

Desde aquí recomiendo, sin entrar en detalles, "Los tres estigmas de Palmer Eldritch", "UBIK", "Fluyan las lágrimas, dijo el Policía", "El ojo en el Cielo", "El tiempo Desarticulado"...

Para obtener más datos..., la Wikipedia...

Lctr.

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