La delirante intervención de las cuentas de uno de los Ayuntamiento que no solo cumple con el gasto, sino que en cada ejercicio aprovecha para pagar la deuda sideral dejada por sus predecesores, nos deja a todos asombrados.
Curiosamente cuando el Ayuntamiento era el epicentro de obras faraónicas, presupuestos inflados hasta doscientas setenta y dos veces de su valor en algunos casos, y del despilfarro sin control, Montoro no decía nada.
Y es que el Ayuntamiento de Madrid siempre le sirvió al PP para financiar las empresas de sus amigos con nuestro dinero, y desde que Carmena es la alcaldesa no pueden hacerlo.
Por ello se valen de métodos más propios de regímenes autoritarios que democráticos para continuar robando, importándoles tres cojones la vida de los ciudadanos, y prestando toda su atención al dinero que dejan de llevarse.
Esta es la realidad de esta vergüenza de gobierno que tenemos. Llevan seis años sin hacer nada más que llevárselo crudo, y cada intento que surge de organización sensata, o de gestión limpia, no dudan en desbaratarlo y destruirlo.
Su cometido se asemeja al de una infección. Un virus que lobotomiza a la ciudadanía y que se expande por todos los rincones del país (y del mundo) arrasando todo a su paso.
Todavía hay vida detrás del PP, estamos a tiempo.
Si nos demoramos demasiado no quedará nada.
Lctr.
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