Cuando uno escucha a Bercow llamando al orden en el parlamento británico, no puede por menos que recordar a los cabreros y pastores que en el mundo son, y han sido, arreando al ganado para que entren en el redil.
El parlamento británico es una completa pantomima, un teatrito representado desde hace siglos para engañar al pueblo.
Todos los parlamentos del mundo gustan de epatar a los ciudadanos con formas decimonónicas, con aires vetustos, con tradiciones tribales, básicamente se cubren con un aura de solemnidad y rigor perfectamente dispuestos para engañar a la gente.
Los ingleses en esto se llevan la palma.
Uno de los pueblos peor educados del mundo, que donde van dan la nota, estirpe arcana de vulgares piratas., curiosamente se cubren de ritos y tradiciones para ocultar su verdadera naturaleza, y cuidan al extremo las formas y maneras, siempre dentro de su país obviamente, para intentar ofrecer al mundo una imagen flemática y en extremo educada.
Cuando vemos sus sesiones parlamentarias, podemos observar con claridad como vocean, como se gritan, de una manera perfectamente estudiada, ante una mesa llena de cachivaches y libros inútiles que nadie nunca leyó.., y al final, aparece siempre el alguacilillo de Bercow para pastorear al ganado con idéntica voz en todas sus actuaciones, y como colofón de la fiesta.
Y siempre se han sentido orgullosos de ello.
Da igual lo que en ese lugar se decida mientras la sesión sea digna del espectáculo que merece.
Es la estupidez pura llevada al extremo.
Cada vez son más en el mundo los ingleses que no son tan ingleses, y los franceses que no son tan franceses, y los españoles que no somos "mucho españoles". Cada vez somos más los que nos damos cuenta en el mundo entero del engaño al que estamos siendo sometidos.
Pero todavía son más ellos.
Porque, qué duda cabe, que donde esté una buena estupidez, que se quite la razón.
Estamos siendo testigos de como los ingleses son tangados de manera miserable por sus dirigentes.., engaño que llega a todos los rincones del mundo, sin más que ver lo que se discute en los parlamentos de cada país.
Es hora de tomar las riendas de esta realidad y modificar sus maneras desde la razón.
Es hora de acabar con todo esto.
De no hacerlo, acabarán con nosotros.
Lecter.
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