Para conocer el caracter miserable de nuestra religión, no hay más que comprobar que al nacimiento del Cristo le dedican un día.
Y a su pasión y muerte cuatro.
El sentimiento de culpa, el miedo, y la violencia que este desencadena, son los protagonistas del rito y el éxtasis místico, el arma principal que utilizan las religiones para hacerse con los espíritus de los hombres desde el principio de los tiempos.
La solución más rápida para librarse de los miedos y sufrimientos es la creencia ciega.
La Fe.
No importa que haya habido desde el principio de la civilización humana una serie de personas que advirtieran del peligro que esto supone, y que hayan escrito libros, tratados, y auténticas colecciones de pensamiento mostrando otro camino.
Da igual. No importa.
De los presocráticos a los vitalistas, pasando por los pocos pensadores del medievo (muchos de ellos torturados y exterminados), hasta llegar a la mismísima saga de Star Wars.., todos nos han advertido de una forma o de otra del peligro del lado oscuro. Un lugar terrible al que se accede sin la ayuda de la razón, de manera fácil, sin más que creer ciegamente y sin contemplaciones, y en el que te conviertes en esclavo de por vida de un determinado dogma, por el que eres capaz de dar tu vida. Sin entender exactamente el por qué.
Quizás, por intentar dar una explicación a estos comportamientos, nos tendríamos que fijar en el ansia humana de perpetuarse, de trascender, de suponer fuerzas sobrenaturales y mágicas que hagan al individuo diferente, y único, y primero sobre todas las cosas de la extensión.
Este anhelo primigenio de todo ser humano, asombrado y atemorizado por la enorme extensión que le rodea, es la principal fuente del engaño que constituyen todas las religiones para someter a los hombres a los designios de una voluntad superior. Es el primer método de control de unos hombres sobre otros, desde los primeros chamanes a los actuales prelados. Es un engaño arcano y milenario que nos acompaña desde los albores de la inteligencia hasta nuestros días.
No hay más que ofrecer algún "superpoder" como la vida eterna, la levitación, el control de todas las cosas.., y aderezarlo con algunos trucos de magia, para que la voluntad del ser humano caiga definitivamente en la exclavitud de la creencia sin importarle nada más.
Es conveniente recordar que en este mundo todo es mágico.
Excepto para el mago.
Para lograr el control absoluto sobre una conciencia no hay más que someterla al miedo y hacerla sentir culpable. Despúes, el siguiente paso consiste en expiar la culpa y liberar la mente, para ello solo se tienen que proponer adecuados chivos expiatorios para su sacrificio.
El pensador, el científico, el filósofo, son molestias que han de ser exterminadas. Si además esas personas son mujeres, con más motivo, esas brujas han de ser eliminadas y quemadas para que no quede ni rastro. Los que son diferentes y pertenecientes a otra raza o a otro culto.., ni te cuento.
Toda esa bazofia ha de ser eliminada, y cuidado con expresar sentimientos hacia ellos, porque vas tu detrás...
Esto es la religión.
Esta es la lacra que acompaña a nuestra condición, y que nos impide progresar en el conocimiento, y en el entendimiento, y en el desarrollo de una existencia distinta, suave, y alternativa.
Una manera definitivamente humana de afrontar el devenir desde la esperanza, la comprensión, la tranquilidad, y la audacia.
Desde la compasión, y la ayuda.
Desde la razón.
Lecter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario