Era costumbre de los antiguos Persas pasar cinco días en anarquía después del fallecimiento de su Rey, a fin de que la experiencia de los asesinatos, robos y otras desgracias les obligase a ser más fieles a su sucesor.
Es curioso que el símbolo de la anarquía siempre tenga tintes sanguinolentos, criminales, pseudo-terroristas, como si en la misma casa Hammer hubiese sido acuñado.
Curioso es también que los regímenes actuales hagan uso de esa antigua costumbre para meternos el miedo en el cuerpo y así conseguir nuestra amable docilidad y fidelidad al estado y a las normas establecidas.
Ya tenemos con este material el gérmen de un buen guión de serie B.
Lctr.
3 comentarios:
El concejal asesino.
Imagínate un concejal, de pequeña ciudad, que mate cada cuatro años en época de campaña electoral.
O mejor aun.
El asesino de presidentes de mesa electoral (¿Seria magnicidio?)
Alguien que se dedique obsesivamente a matar a los presidentes de la mesa electoral donde le ha tocado votar, en toda la democracia.
Bueno eso por mezclar política y el caos y la anarquía asesina.
Pura serie B
Sabeis que hay un festival de trailers sobre pelis que no existen. Igual de aquí sale uno. Yo me ofrezco a rodarlo.
jm
Podríamos mezclar la anarquía persa con el gas natural y por cuatoro duros nos presentamos
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