martes, 17 de mayo de 2011

En el pecado lleváis la penitencia...

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(A continuación paso a cortapegar suceso acaecido en la población de Villanueva del Caudillo, perdón, del Pardillo, el pasado Domingo festividad de San Isidro...)



En la iglesia manda el cura y, normalmente, nadie se atreve a cuestionar lo que dice en su homilía. Primitivo González López, catedrático universitario y católico practicante, no pudo aguantarse cuando escuchó al cura del pueblo madrileño de Villanueva del Pardillo decir que "el Gobierno mata a los niños en el seno de sus madres" y que es "más nazi que los nazis de Alemania". Se levantó de su banco y, desde el fondo de la iglesia gritó: "Estamos en misa, no en un mitin".

Inmediatamente, cuatro hombres que estaban a su lado se le echaron encima y lo sacaron a empujones de la parroquia. El profesor, "defraudado", se dirigió al juzgado de San Lorenzo de El Escorial, para interponer una denuncia ante el Juzgado número 3.

Primitivo González, catedrático de la Universidad de La Coruña, había venido a visitar a su hijo y pasar con él el fin de semana en el pueblo madrileño de Villanueva del Pardillo. Casado, con dos hijos y católico convencido, se fue a misa el domingo a las 10.30 a la parroquia del pueblo. Una misa especial por ser el día de San Isidro, patrono de los agricultores. La iglesia estaba llena y, en el altar, no presidía la celebración el párroco, sino el coadjutor, el padre Enrique Olmo.

La misa transcurría por los cauces habituales hasta que llegó el momento de la homilía. Entonces, según consta en la denuncia interpuesta por el feligrés a la que ha tenido acceso ELMUNDO.es, el "sacerdote oficiante pronunció en público graves injurias contra el Gobierno de España". Y a continuación, pasa a detallarlas.

Entre otras cosas, el padre Enrique acusó al Gobierno de "asesinar a los niños en los vientres de sus madres" y de "ser más nazi que los nazis de Alemania". También acusó, en concreto, a la ministra Leire Pajín de "asesina de ancianos y de personas que estorban a través de la ley de muerte digna por medio de inyecciones letales".

¡Yo también soy católico!'
Fue en ese momento en el que Primitivo González se levantó de su banco del fondo de la iglesia y gritó: "Estamos en misa, no en un mitin político". Cuatro hombres se le echaron inmediatamente encima y "el denunciante fue empujado y forzado a salir de la iglesia". Mientras él se defendía de los reproches que le hacían de «¡menudo católico!» diciendo «¡yo también soy católico!»

Tras presentar la pertinente denuncia ante el juzgado número 3 de San Lorenzo de El Escorial, Primitivo se mostraba "dolido y, sobre todo, defraudado" por la homilía del cura y por la actitud de los feligreses que lo expulsaron del templo, sin que ni el sacerdote ni los demás fieles presentes hiciesen nada por impedirlo.
lctr. (c&p)

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