jueves, 5 de mayo de 2011

Los aparatos electrónicos tienen fecha de caducidad

Expertos admiten que los productos tienen su fin programado

A esta estrategia se le ha bautizado como "obsolescencia programada", el motor de la economía de mercado y del consumismo gracias a que el productor fija la vida útil máxima de su objeto muy por debajo de lo que podría durar en realidad y le permite la ciencia. La directora del Centro de Electrónica Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Teresa Riesgo, cree firmemente en la existencia de esta obsolescencia ya que, "la tecnología que hay detrás de ella es muy sencilla"



Un chip limitador

Tan simple como colocar en el aparato en cuestión (la nevera, la impresora o cualquier electrodoméstico) un contador, ya sea físico mediante un chip o intangible como una aplicación informática. El artilugio permite al fabricante limitar el número de horas que el producto debe funcionar, por ejemplo, las hojas máximas que debe imprimir.Esta caducidad planificada afecta sobre todo a la electrónica de consumo y la informática.
Cada dos años, un habitante de los países desarrollados cambia de móvil, mientras que la vida media de los ordenadores se ha reducido de seis a dos años desde 1997, según coinciden diferentes encuestas de consumo.
El ordenador de sobremesa de Pedro Gómez, un profesor del CSIC, es un claro ejemplo: se ha averiado un año y medio después de comprarlo. Sin embargo, se define como un "agnóstico" de la obsolescencia programada. "No me consta que exista, pero no pondría la mano en el fuego por asegurar lo contrario", señala para indicar que las empresas tienen el marketing para aumentar el consumo, además de que el fabricante prioriza el diseño por encima de la fiabilidad del producto.

Happy Birthday a la bombilla centenaria

La bombilla del parque de bomberos de Livermore, en California, lleva más de un siglo dando luz sin descanso. El secreto de la bombilla es un filamento, cuya fórmula se desconoce. Es tanta su popularidad que en 2001, cuando llegó a los 100 años, mil personas le cantaron el "Cumpleaños feliz".

Las claves

1.- Electricidad. Los fabricantes de bombillas fueron los primeros en limitar la vida de los filamentos incandescentes. Una reunión en diciembre de 1924 en Ginebra puso las bases para controlar el consumo.

2.- En masa. La caducidad previa de los productos animó la productividad de los fabricantes. La producción en cadena y en grandes cantidades facilitó el abaratamiento de los bienes de consumo.

3.- Consumismo. El comprador que pretende arreglar su electrodoméstico seminuevo estropeado no encuentra piezas de recambio o ve más barato adquirir uno nuevo que repararlo. A la mayoría, además, le da más placer estrenar que reestrenar.

deivit

1 comentario:

Anónimo dijo...

no si ya me extrañaba a mí!!