"Si los extraterrestres nos visitaran, el resultado se parecería mucho a lo ocurrido cuando Colón desembarcó en América: a los nativos americanos no les fue bien. Estos extraterrestres avanzados podrían convertirse en nómadas, e intentar conquistar y colonizar todos los planetas a los que pudiesen llegar. Para mi cerebro matemático, de números puros, pensar en vida extraterrestre es algo del todo racional. El verdadero desafío es descubrir cómo podrían ser esos extraterrestres."
"Creo que la supervivencia de la raza humana dependerá de su capacidad para encontrar nuevos hogares en otros lugares del universo, pues el riesgo de que un desastre destruya la Tierra es cada vez mayor. Así las cosas, me gustaría despertar el interés del público por los vuelos espaciales. He aprendido a no mirar demasiado adelante, a concentrarme en el presente. Aún hay muchas más cosas que quiero hacer."
STEPHEN HAWKING | ASTROFÍSICO Y DIVULGADOR
Estas opiniones, ejemplo de simpleza y puerilidad, han sido proclamadas recientemente por el llamado genio de la física Stephen Hawking. No es más que la demostración patente de que el entendimiento humano no puede basarse en una sola disciplina. Aunque los avances científicos no cabe duda que son piedra fundamental en el edificio de la explicación de la existencia, también ha de quedar lo suficientemente claro que no son la única vía.
No se puede catalogar de genio a una persona solamente porque se le ha dado bien una rama de la ciencia. El genio, a mi entender, es aquel que ha sabido mostrar un camino, una senda, inexplorada hasta entonces, que nos hace crecer y avanzar verdaderamente como representantes últimos de la naturaleza.
Así desde Mozart a Chuck Berry, desde Velázquez a Picasso, desde Platón a Schopenhauer, desde Cervantes a Dickens, desde Arquímedes a Heisenberg.., la historia nos da ejemplos de personas que han desvelado, o han revelado, una nueva manera de entender el mundo.
No es el caso de Hawking.
Y viendo sus pensamientos recientes, que parecen sacados de las películas Sci-fi de los años 50', aquellas del tipo "Ultimatum a la tierra" o "La Guerra de los Mundos".., definitivamente este señor se cae por su propio peso newtoniano de la bancada de los genios.
Últimamente prefiero que sea Alan Moore el que me dé explicaciones de los probables futuros posibles...
Lctr.
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