miércoles, 11 de mayo de 2016

Liberad a Willy (II)


Querido Willy:

La paciencia es una virtud. Posiblemente sea la mayor de las virtudes que puede tener un ser humano. La impaciencia, por el contrario, es el mayor de los defectos.

Mediante la paciencia el ser humano cimenta, erige, y construye. La impaciencia nos lleva a la destrucción, al derribo, a la ruina, a la aniquilación...

Lo que se ha construido deprisa, con ansiedad, con ambición, lo que se ha construido "a salto de mata" como nuestra democracia española, es un ejemplo de ello. Las ganas de correr y el ansia de robar fueron los principales motores de nuestra transición. Las personas como Adolfo Suárez que en su día tuvieron la visión de usar buenos cimientos para no tener luego que llegar sin remedio a la demolición, fueron eliminados del proyecto de un plumazo. Triunfaron los "cagaprisas" como tú, y gracias a eso mira dónde nos encontramos ahora.

Porque sí, Willy, con ese activismo tuyo de Tuiter y de facebook, flaco favor le estas haciendo a la causa que se supone defiendes. Aunque viendo lo que dices y lo que escribes, yo ya no se exactamente qué es lo que defiendes tú. 

El mismísimo Emiliano Zapata, que ese sí era un activista de verdad querido Willy, cuando llegó a ponerse al mando de su país se encontró con el problema del gobierno. Gobernar no es fácil si se quiere hacer bien, hay que gobernar para todos, si no se hace así, si sólo se gobierna para el interés de unos cuantos (véase el PP) eso no puede llamarse gobierno democrático. Eso es otra cosa.

Con tu actuación te asemejas a esos voceros a sueldo del PP que no hacen más que poner piedras, y meter palos en los radios de la bicicleta de Manuela Carmena. Con tu activismo impaciente eso es lo que estás consiguiendo.

Si tienes ganas de cagar, no te alivies sobre los muertos de nadie.

Vete a cagar a la vía.

Lctr.

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