Hay que ver como son estas reinas de la belleza para decidir iniciar su campaña electoral en Venezuela. No se cortan un pelo. Viendo que han perdido toda la poca credibilidad política que les pudiera quedar, se lanzan como locas a obtener mediante el espectáculo circense los votos de la España analfabeta.
Ya se han olvidado de la España de la corrupción, de la deplorable gestión del PP, del último siniestro mensaje de Aznar que nos dice que en cuanto lleguen de nuevo al poder hay que seguir con más recortes sociales... Se han olvidado de todo eso porque su único objetivo es impedir a toda costa que PODEMOS & IU + Confluencias lleguen al poder, demostrando que esa España que tanto defienden y de cuya "unión" y "estabilidad" se les llena la boca, les importa un carajo.
Quizás habría que explicar a Pedro Sánchez la relación de su mentor, Felipe González, con esa Venezuela que tanto ayer como hoy quiere servirle al PSOE (y a la remora C's) para ganar unas elecciones. Hagamos un poco de historia... (blog del viejo topo)
Felipe González llegó al poder en 1982 y en él se mantuvo hasta 1996. En 1989, Carlos Andrés Pérez regresa a la presidencia de Venezuela (su segundo mandato), manteniéndose hasta 1993. Durante esos cinco años en los que González y Pérez coinciden al frente de los gobiernos de España y Venezuela, el vínculo entre ambos se estrecha, hasta convertirse Pérez en el gran amigo de González en América Latina.
Pérez había terminado su primer mandato en 1979 con una acusación oficial de corrupción por parte del Congreso de la República. Durante su segundo mandato la corrupción alcanzó tales cotas en Venezuela que muchos consideran su gobierno como el más corrupto de la historia del país de Bolívar; la corrupción durante el mandato de Pérez fue de tal magnitud, que terminó por enquistarse en el sistema político-económico venezolano y sus secuelas duran hasta hoy.
Igual que hacía González en España, en su segundo mandato Pérez abrió las puertas de Venezuela a políticas neoliberales, tales como la privatización de empresas públicas (por ejemplo, la compañía de Teléfonos). Al amparo de la liberalización, el gran capital español empezó a realizar inversiones en Venezuela, lo que a su vez era vendido como un éxito en España por parte de Felipe González. Son los años del gran desembarco de PRISA en Venezuela; recordemos que PRISA fue el grupo mediático cuyo apoyo al PSOE resultó clave en sus triunfos electorales.
El matrimonio político entre Pérez y González resultaba idílico. No importaba que la corrupción se estuviese comiendo a Venezuela. No importaba que el abismo entre ricos y pobres adquiriese dimensiones dramáticas. Los ajustes económicos dictados por el FMI y que Pérez aplicaba sin pestañear, fueron formando un caldo de cultivo para la protesta social. El primer episodio de este descontento fue lo que conocemos como EL CARACAZO. Los disturbios se extendieron por todo el país y el amigo de Felipe González optó por la represión salvaje, dejando un saldo de más de 300 muertos y más de 2.000 desaparecidos. Nada que preocupase a Felipe González.
El mismo Felipe González que el año pasado nos decía que en la Venezuela de Nicolás Maduro se respetan menos los derechos humanos que en la dictadura de Augusto Pinochet.
Todos debemos recordar también que en los primeros años de su mandato (previos a la victoria del PSOE) Carlos Andrés Pérez ocupaba la presidencia de Venezuela (en el que sería su primer mandato (entre 1974 y 1979). Su partido, Acción Democrática, era miembro de la Internacional Socialista, a la que también pertenecía el PSOE. De hecho, Carlos Andrés Pérez fue Vicepresidente de la Internacional Socialista durante bastantes años, entre 1976 y 1992, cuando ésta era presidida por el alemán Willy Brandt. A a su vez, Brandt fue el gran padrino político de Felipe González, pero también el gran facilitador que permitió al PSOE pasar de ser un grupo de amiguetes a un partido con capacidad de disputar el poder, gracias al generoso apoyo financiero de la Internacional Socialista y del aval de Willy Brandt. En aquellos años, sobre estos vínculos, nació la estrecha amistad entre Carlos Andrés Pérez y Felipe González, basada en una comunión de intereses. Un común denominador con ambos tiene que ver con las sospechas que siempre han existido acerca del apoyo de la CIA (wikileaks), al partido de Pérez en Venezuela y al PSOE en España en los tiempos de la Transición.
No les entretengo más.
Lctr.
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