jueves, 20 de abril de 2017

Esperanza


El círculo se ve cada vez más estrecho y le va quedando muy poco márgen de maniobra a una manera de desgobernar Madrid iniciada en 2003 a fuerza de Tamayazo que permitió subir al poder al esperpéntico y excesivo personaje de Esperanza Aguirre. Un desgobierno que consintió que ráncios y caducos empresarios, que provenían directamente del tardofranquismo, pudieran hacer y deshacer a sus anchas, con los presupuestos de todos, lo que les diera la gana.

¿Podría ser que la época de los Villarmires, Florentinos, Casals, y Ferroviales varios, que han hecho lo posible por lucrarse con el dinero de todos para sumirnos en la miseria (a Madrid y a toda España) esté llegando a su fin? Bueno, tanto como eso no, no alcemos las campanas, quizás lo que realmente esté llegando a su fin es el grupo de títeres elegido para la consecución de ese propósito, pero la voluntad de seguir haciéndolo es el sello de la Marca España, símbolo inequívoco del tercermundismo patrio, que todos llevamos colgados con orgullo bajo el lema "Spain is different" acuñado en tiempos de Fraga  y que cuenta con plena vigencia aún en nuestros días.

La detención del último de los presidentes de la Comunidad de Madrid, y la apertura de una de las más grandes cajas de Pandora de las muchas que continúan cerradas, es un claro signo de que al verdadero poder en la sombra parece no interesarle mantener por más tiempo a este grupo de impresentables para gestionar sus intereses. Hasta el capitalista más acérrimo entiende que en su afán sin límite para nutrirse del sistema, necesita que al menos el sistema exista y goce de buena salud, y estos tuercebotas lo estaban deteriorando, y se lo estaban cargando. Es como aquel que va a por setas o esparragos y los arranca de raíz, y los esquilma de una sola vez, desconociendo que al año siguiente no quedará ninguno para llevarse a la cesta.

Mientras estas operaciones se llevan a cabo, los chavales de Podemos andan dando vueltas con su autobús de la ingenuidad, sin percatarse de que con su actuación más o menos criticable están favoreciendo sin saberlo el relevo generacional lógico, en esta España diferente nuestra, que apunta claramente, y se decanta abiertamente, por el peligroso ascenso de Ciudadanos en las encuestas. Este partido naranja experimental, que nace desde las profundidades del sistema legionario español, viene a ser llamado a reemplazar formalmente a los viejos partidos agotados para que todo siga exactamente igual, dejando a Podemos en su clásico papel de izquierda vociferante, desactivada e ineficaz.

Me gustaría equivocarme, pero el panorama es diáfano. Cristalino. Solo nos podría salvar de este destino cruel algún elemento de incertidumbre no previsto en la ecuación, alguna variable que se escape, algún grado de libertad escondido en la estructura de la naturaleza que nos confiera una mínima cantidad de Esperanza.

Lctr.

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