Acabo de ver esta serie que fue la sensación del verano pasado. No deja de sorprender la fuerza de la década de los ochenta a la hora de abordar proyectos de este estilo y de su repercusión después en las pantallas. Temáticas, maneras, músicas, conceptos, de una época que sigue resistiendo el paso del tiempo, incluso captando adeptos entre los jóvenes y chavales de ahora, a los que no parece importarles mucho la ausencia de internet, o de teléfonos móviles, o de videoconsolas, en el desarrollo de la historia y sin embargo se zambullen de lleno en el cuento, como en su día se zambullían sus padres en relatos del estilo de "Poltergeist", "E.T.", "Los Goonies", "Cuenta Conmigo", "El Retorno del Jedi"...
El elenco de actores infantiles/juveniles está muy bien elegido para darle a la historia un aire retro pero sin perder verosimilitud. Destaca sobre todo la niña "Eleven" en un trabajo excepcional de contención actoral para su edad, que unido a sus rasgos suaves y su semblante serio a la par que dulce y cautivador, la convierten en la protagonista indiscutible de la serie.
En el elenco de actores "seniors" destacamos el histerismo y la sobreactuación en muchas de las partes de una madurita Winona Ryder, y un hierático, y también mayorcito, Matthew Modine al que todos recordamos por aquel "recluta bufón" de "Full Metal Jacket".
Por lo demás nada que no hayamos visto ya, pero que tampoco nos importa verlo de nuevo con nuevos protagonistas y misterios. Una serie divertida para disfrutar con toda la familia entre "kikos" y palomitas.
Ya está en marcha la segunda temporada.
Lctr.
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