miércoles, 8 de agosto de 2018

Lucky


Después de un tiempo sin escribir nada. Justo el tiempo de cortesía dado a este nuevo gobierno que tenemos para ver por dónde apuntan sus maneras. Y justo el tiempo que uno se da a sí mismo para recomponerse, hoy vamos a hablar de una película sencilla, pequeña, discreta en presupuesto, y enormemente grande en contenidos.

Hoy vamos a hablar de Lucky.

De la mano de Jonh Carroll Lynch, ese eterno actor secundario que ha envejecido haciendo papeles secundarios dentro del mundo de los secundarios, como bien puede ser hacer de marido bobalicón y transigente de la mujer policía embarazada que descubre toda la trama de Fargo. Ese mismo actor que dio vida de manera secundaria y presunta al asesino en serie Zodiac, y que a todos nos produjo inquietud y turbación con su mera presencia en la pantalla. Este señor de aquí...


Pues este señor del que hablamos, se acaba de presentar en el mundo de la dirección cinematógrafica con un peliculo tan simple y sencillo como bello en imágenes, y más bello en contenidos.

Una película secundaria, de un actor secundario, con unos contenidos excelsos y primarios.

Después de ver Lucky, lo primero que dan ganas es de llamar a Sorrentino, el 'viejoven', para decirle que no hace falta hacer un bodrio pretencioso para hablar de la vejez, y por ende, de la existencia humana. Basta con realizar una película sincera, sin florituras, y verdadera, como ha hecho este hombre.

Me gustaría contar más cosas, pero no podría hacerlo sin destruir esta pequeña masterpiece de la sencillez. Y por ello lo mejor es que la veáis.

Lo mejor sería que la viera todo el mundo, pero ya sabemos que apenas tenemos tiempo entre superhéroe y superhéroe...

Un canto y una reflexión humilde de nuestro significado en el mundo,

si acaso lo hubiere...

Lctr.

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