domingo, 18 de enero de 2009

Brain Man

“Los números siempre me han parecido lo más real que hay. Por eso siempre veo números por todas partes. Por ejemplo, veo algo y digo “eso me parece un 131, y eso otro me parece un 52”, pero siempre pensaba que eso era lo normal en todo el mundo”.



El autista Daniel Tammet no sólo es una de las mentes más brillantes del planeta sino un auténtico enigma para los investigadores. Su capacidad para realizar cálculos o para aprender idiomas ha desbordado todas las previsiones imaginables: es capaz de recitar 22.514 dígitos de Pi de memoria durante cinco horas o de aprender a hablar islandés correctamente en una semana. Y, a diferencia de otros autistas, Tammet es capaz de explicar cómo lo hace.



“Yo tengo una relación con los números muy similar a la que el resto de la gente tiene con el lenguaje”, explica en una entrevista con New Scientist. “Las palabras solo tienen sentido dentro de una red de interconexiones y a mí me pasa lo mismo con los números. Cuando alguien me dice un número, visualizo inmediatamente cómo se relaciona con los otros números… Cada número tiene una textura, si es un número “granuloso”, mi mente lo asocia al momento con otros números “granulosos”. El 37, por ejemplo, es el típico número que se me aparece como granuloso. Así que 111, que es tres veces 37, lo veo como granuloso pero también como redondo”.

El proceso que se produce en el cerebro de Tammet tiene relación con la sinestesia. Algunos números le parecen bonitos o feos y es capaz de saber, de un solo vistazo, si está ante un número primo o compuesto. “Siento los números de una forma muy visual”, asegura, “usando colores, texturas, formas, y secuencias de cifras que forman paisajes en la mente”. Así, por ejemplo, el número 1 se le presenta como algo brillante, el 2 es como un movimiento de derecha a izquierda y el 5 es “como si fuera un trueno o el sonido de una ola contra una roca”.



Los investigadores llevan tiempo tratando de dilucidar cómo funciona la mente de Tammet a la hora de afrontar los cálculos. “Veo imágenes, formas y pautas", asegura él, "es como una especie de cuadrado, con una textura como la de las gotas de agua, parecido a ondas”. Su forma de multiplicar, por ejemplo, es un método tan sencillo como misterioso. En su mente aparecen dos formas asociadas a cada cifra y el resultado es el número, o la forma, que sirve para cubrir el hueco entre ambas cifras. Un proceso extraordinario que tal vez nos conduzca algún día hacia una nueva forma de entender las matemáticas.

Cortapegado por un asombrado

Lctr.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

ergo no es autista, es una evolución en el cerebro conecta partes del cerebro que nosotros no. Ve la realidad como Neo ve Matrix, no lo he visto entero ya te diré. Es emocionante.
kakos

Anónimo dijo...

Como de esto nada se sabe, cualquier desarreglo se interpresta como una forma de autismo.
Si que es emocionante.

El Gran Tonetti dijo...

Si, son esos "errores genéticos de la evolución. Aunque yo creo que lo de "errores" habría que sustituirlo por "variantes" o algo asi. Lo opuesto a cuando se habla de "milagros", que tendemos a pensar que son cosas "buenas" o "positivas" cuando un milagro también sería aquel tsunami que arrasó el Índico. ¿No sería el caso de Tammet un milagro? ¿Lo aceptaría el Vaticano?

Anónimo dijo...

Por cierto, edité el post para que el video no se saliera de madre en cuanto a tamaño. El tamaño máximo es 425x344.

EGT

Anónimo dijo...

Gracias tonetti, no sabía como hacerlo.

Anónimo dijo...

Sin ánimo de polemizar diré que no me creo nada de esto. Me cuesta creer que asocie a cada elemento de un conjunto infinito de ellos un concepto abstracto, y además establezca a base de imágenes mentales las relaciones entre los mismos. Otra cosa sería que tuviera una visión abstracta de una idea o reflexión profunda, no evidente; ya comentamos algo de esto en una entrada sobre Einstein.

Las matemáticas son un lenguaje que prescinde del concepto abstracto para tratarlo de manera concreta, exacta e inequívoca, para así interpretar la naturaleza e incluso adelantarse a ella. Por eso no me puedo creer esto del tal Tammet. Bueno, lo dejaré en un lo dudo.

El Gran Tonetti dijo...

Con ánimo de polemizar yo si me lo creo. Existe la mnemotecnia, que muchas veces usamos para aprendernos textos de espectáculos, números de teléfono y cosas asi; asociamos una ristra de imágenes con una ristra de palabras y funciona. Personalmente siempre he asociado diferentes tipos de dolor a diferentes colores, rollo "es un dolor azul". Puede ser algo parecido a llamar a cierta gama de colores "cálidos" o "fríos" pero inconscientemente. Quizá en este caso extraordinario estas asociaciones sean la manera "normal" de pensar y se haga a la velocidad del lenguaje, sin pensarlo antes. Quizá sea como dicen al comienzo de los documentales de la teoría de cuerdas: "no se puede enseñar matemáticas a un perro porque su cerebro no está preparado para ello". A lo mejor nuestro cerebro no está preparado para comprenderlo y nuestro lenguaje no es lo suficientemente profundo para explicarlo bien. No se.

Anónimo dijo...

De todas formas a ese tío hay que prohibirle que vaya a "cifras y letras", je, je, je.
Y sin polémica ninguna.

Anónimo dijo...

No digamos al casino...

El Gran Tonetti dijo...

Todo lo contrario (esto es polemizar por polemizar), debería ir a cifras y letras para que disfrutáramos todos del espectáculo y al casino para arruinar a esos mafiosos...

Anónimo dijo...

Pero si yo no dudo de que sea capaz de hacerlo, lo que no me creo es el cómo lo hace. No es el único que hace operaciones matemáticas supercomplicadas en décimas de segundo. Gente de esta sale en la tele de vez en cuando y al parecer hay métodos (tipo mnemotécnicas y así, efectivamente) que con un poquito de práctica y memoria da esos resultados. Pero lo que cuenta este me suena a que nos quiere camelar.

Si quiere camelar metemáticas dejémosle que camele un poquito metemáticas (El Fary)