No hay nada como una buena promoción televisiva, a cargo de la cadena amiga, para convertir una puta mierda como esta, en la película más vista de todos los tiempos del cine español.
Cinco millones y medio de personas han pasado por taquilla para ver este bodrio. Parece mentira que con los tiempos que corren para el cine, los espectadores se decanten por este subproducto. Vamos, que no se lo cree ni el ilustre Martínez-Lázaro (riéndose en la foto) al que le ha venido dios a ver.
No hay ejemplo mejor que este film para que podamos contemplar abiertamente el tipo de sociedad en la que vivimos en España. La mayor tasa de paro de Europa, recortes en sanidad, educación, recortes culturales sin precedentes desde Franco... Aunque bien mirado, para qué gastar dinero en cultura si la gente lo que quiere es esto.
Un país que han saqueado entre unos y otros de una manera impune, unos niveles de corrupción nunca antes vistos, un poder judicial inexistente, una justicia exclusiva del que tiene dinero.., con todo esto, nadie sale a la calle, nadie hace nada, todos miramos para otro lado.
Pero cuando nos ponen la españolada de turno, amigo, salimos en masa. Nadie se resiste a la españolada, ella es nuestra cima cultural, el vértice de todo nuestro pensamiento. La españolada es nuestro cenit del conocimiento, nuestra última aspiración como ciudadanos. La españolada es el espejo en el que nos miramos, nuestra frontera, nuestro límite mental.
Lctr.
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