sábado, 14 de marzo de 2015

Piscinas, traviesas y tornillos autorroscantes. (Y palos todos los días.)

Hace poco asistí a unos encuentros de diseño y cultura digital (#edcd) en Medialab Prado y tuve la suerte de poder hacer una charla-entrevista con Santiago Cirugeda. Es un arquitecto con un proyecto vital y profesional que aboga por la participación social, la alegalidad y las redes sociales de carne y hueso. Desde su web recetasurbanas.net dicen: "Seguimos alternando negociaciones políticas con ejercicios de alegalidad urbana y construyendo conjuntamente la red Arquitecturas Colectivas que ofrece información, protocolos y cervecita a los colectivos o individuos que quieran asumir responsabilidades."

Y además uno se puede tomar unas copas con él.




EGT-Santiago Cirugeda cuéntanos de qué hablas en tu charla "Piscinas, traviesas y tornillos autorroscantes".

SC-Lo que voy a hablar va a ser un poco mi inquietud como técnico y como ciudadano. Es ver qué herramientas hay, digitales o no obviamente, para que la gente intervenga más y desarrolle más las capacidades humanas que tiene. Lo humano se diferencia de lo animal o de una piedra en que tiene inteligencia y capacidad de decidir ser libre e inventar. Yo lo que he visto estos dos últimos años en la ciudadanía, y en mi ámbito la arquitectura, es que el usuario, el actor-ciudadano no ha intervenido en nada. Estamos en un sistema económico en el cual la gente ha tirado millas acomodada en un estado y una banca que le soportaba y yo desde hace muchos años siempre he querido trabajar con comunidades que desarrollaban otras capacidades no atendidas por lo público, ni programadas ni colaboradas. Lo que buscamos son protocolos en el diseño, en la arquitectura y en la política donde la gente tenga muchas vías de desarrollo personal y colectivo. Al final vamos a ir a desarrollarlos como humanos y creo que hay una condición: la crisis está activando mucha de esa condición humana de colaborar, de participar, de exigir tener su propia libertad y sus derechos. Antes estabamos todos mortecinos como mongolos. Creo que en este tipo de trabajos de diseño social la gente tiene un nivel de participación y de responsabilidad mucho más amplio y con esa responsabilidad, tanto en diseño como la gestión, ya no hay clientes sino actores. Acabo de venir de una reunión para diseñar una cubiertas (extrañísimas) y se ha cambiado el proyecto que hemos hecho entre cinco personas. Se han cambiado materiales, formas, todo en dos horas. Creo que la participación social viene en virtud de que la gente tenga herramientas, saber que pueden exigir a la administración pública ciertas cosas. Es lo que se está haciendo.

EGT-¿Realmente se conseguirá que el diseño sea realmente social, que no nos lo den hecho "úsalo como yo te digo porque yo soy el que lo he diseñado"?

SC- Es una minoría de la ciudadanía la que es muy activa y la que exige su derecho a intervenir. Es esa ciudadanía quien realmente pueden hacer un cambio legislativo más allá de que alguna vez hagan un referéndum si lo convocan los políticos. Son los que está cambiando continuamente los sistemas educativos, la forma de los edificios... Vincular a una educación distinta o diferenciada, el trabajo como usuario, como rehabilitadores, inventar modelos de autogestión, es decir, todos los ámbitos de innovación y de involucración es realmente lo que hace que sea social, pero obviamente va a ir paralelo a gente más cómoda en el consumo, más dirigida por el consumo y eso va a ser inevitable. Vamos a compartir siempre la buena calidad con un montón de mierda que se traga la gente y que ha pagado por ella. Eso es inevitable. Pero me quedo con la gente más activa. Incluso romper una lanza por gente que nos ha traído mucha energía o las herramientas para desarrollarse en muchas capacidades. Con estas herramientas yo llevo haciendo lo mismo 17 años. Y hemos conseguido hacer muchísimos proyectos en patrones que no han sido marcados por lo público. Porque no han sido propuestos por concurso ni por arbitrajes. Todos los proyectos que hacemos vienen de comunidades o de grupos o familias que deciden un equipamiento, un espacio, un lugar, una educación que no está dado por lo público. Yo trabajo en esa línea porque siempre hay gente ahi, y cáda vez más.

EGT-¿Y se puede generar una economía suficiente para que estos proyectos que van a ser apartados a codazos por el sistema…

SC-Es dificil. Hoy precisamente me acaban de decir que había cobrado muy barato por un proyecto… Son comunidades que tienen pocos recursos pero hay maneras alternativas también. Yo he cobrado (acabo de mandar la factura y estoy todo contento) menos de lo que hubiera cobrado (está bien pagado), pero a cambio lo he dicho claramente: yo exijo una parte en intangibles, si no, no lo hago. La parte de intangibles es que se van a poner en contacto con otro tipo de escuelas libres para crear una red para que haya un cambio legislativo y hacer un nuevo tipo de educación. Es decir, yo cobro parte en dinero, pero esta gente se viene conmigo a Bilbao o a Sevilla a conocer otro grupo de personas que están intentando cambiar en este puto país los modelos educativos. Yo cobro de ambas maneras. La implicación es tan directa que el trabajo no solo es económico, hay muchos más “subproductos” que a mi me interesan por igual, así que hay una alternativa, otros aspectos como la mejora personal. Para mi son una pasada. Tengo dinero para vivir y que esta gente esté viva. O sea que se puede. Es dificil y te genera mucha enemistad. Hay mucho ataque. Del técnico de la administración que no quiere que haya cambios o que se demuestre que una gente puede hacer un equipamiento público por la mitad de dinero que ellos gastan por mala gestión. No quieren quedar en ridículo. No quieren que les abras un poco la lectura de la ley, que es real y posible, para no sacarle de la acomodación que tienen dentro de sus veinte años de funcionario de mierda. Esas cosas ocurren. El enemigo está en casa. Pero eso hace que la gente sea más fuerte. Ahora tengo 25 proyectos abiertos, pequeños y grandes. No lo van a hacer un equipo de 5 personas, trabajamos en red. Compartimos otro tipo de herramientas para hacer proyectos. Eso genera tranquilidad en la gente. Pedimos para hacer una cosa rara, un aula con niños y enfermos mentales... y de repente cuando dices "se puede" y les das las herramientas de protocolo, cómo relacionarse con los políticos, cómo marearles, cómo buscar materiales, recursos, cómo hacer que el grupo no se desanime (que es lo más importante), todo ese tipo de estrategias van a lo afectivo y lo político. Y cuando dices que se puede, le cambia la cara a mucha gente y se hace finalmente. Y se están haciendo cosas que... yo he llegado a soltar faroles de poker y ha salido bien. Yo estoy convencido absolutamente. Pero palos todos los días.

ElGranTonetti

2 comentarios:

Lecter dijo...

Muy bueno. Abrazos Oh! Hermano Tonetti !

Anónimo dijo...

Muy honrosa y digna la idea. Pesimista yo, por desgracia creo lo que veo, que lo ya establecido se lleva todo por delante. Pero vamos allá.

Rg