miércoles, 25 de marzo de 2015

La Comunidad

De todos es conocido el talante de nuestro presidente del gobierno, el que guiña el ojo, el que se traba cuando miente, el del plasma.

Pero cuando uno mira hacia la vicepresidencia...



Uno no sabe diferenciar si está viendo un pleno del gobierno, o una reunión de la comunidad de vecinos.

Escuchemos a Soraya Rodriguez (La que le hizo las preguntas)
(ELPLURAL)

La vicepresidenta del Gobierno salió colorada y acalorada del  hemiciclo, y en el pasillo del Congreso, en un corrillo con periodistas, dijo a gritos: “En mi puta vida he cobrado un sobre”.  Pretendía ser ésta la respuesta  a la pregunta que yo acababa de plantearle en la sesión de control al Gobierno en aquel miércoles, 23 de febrero de 2014.
La verdad es que yo no le había preguntado por sobres…  sino por sobresueldos.  Por los sobresueldos que han cobrado muchos compañeros de su partido, el PP, diputados  y miembros de la dirección de Génova.  Por los sobresueldos que ha cobrado ella, y si estos sobresueldos que se había embolsado  entre el año 2004 y 2011 superaban los 500.000 euros, como se había publicado.  Le pregunté también si nunca había pensado que, de no tener una caja B, que se nutría de donaciones ilegales, su partido nunca hubiera tenido dinero suficiente para pagar a tantos, tanto dinero en sobresueldos.
Si nunca pensó Soraya Sáenz de Santamaría de dónde provenía el dinero con el que su partido le pagaba en sobresueldos casi la misma cantidad que percibía en su nómina de diputada y más tarde de portavoz de su grupo parlamentario. Eso fue lo que le pregunté, también.
Pero la vicepresidenta no contestó a mi pregunta en el hemiciclo e intentó correr una cortina de humo en los pasillos, defendiéndose a gritos y descompuesta de lo que nunca le había acusado. Sobres no  cobró, pero sobresueldos sí. 

Ahora el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz certifica en su auto que  en el PP existió una caja B que durante 18 años se nutrió de donaciones ilegales,  y que sirvió para financiar campañas electorales, pagar sobresueldos y obras de locales y sedes de partidos. Si nunca se cuestionó el origen del dinero la vicepresidenta, ahora ya lo sabe.  Si el PP hubiera pagado sus  sedes y actos electorales con la financiación legal que le correspondía, nunca, ni ella ni sus compañeros de bancada, hubieran podido cobrar sus sobresueldos.  La pregunta ahora es clara: ¿Piensa devolverlos, sabiendo su procedencia?

Lctr (C&P)

No hay comentarios: