miércoles, 4 de noviembre de 2015

Permítanme que insista...




















Matías Alonso Blasco  
(coordinador del grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica)

Admito que me preocupó la contribución del Sr. Rivera y su gente a que Franco siga ostentando medalla y honores en Calatayud; sabía de las andanzas con personas nada recomendables con las que este señor y sus secuaces comenzaron su vida política; creía que todo eso eran ‘pecados de juventud’ olvidados, pero con sus declaraciones el señor Rivera me ha devuelto a la realidad. Y es que toda esa gente joven y aparentemente moderna que la derecha ha echado al ruedo en sustitución de los viejos diestros cosidos a cornadas, sigue llevando dentro de sí al papi o al abuelo que cometieron todo tipo de iniquidades contra los humildes.

Rivera me pareció un gramófono tocando la vieja canción del desprecio al rojo, al vencido, al humilde, a la víctima… Para Rivera, como para sus mayores, la ley que no les rinde pleitesía no existe y por tanto se declaran insumisos a ella llegando a recriminar a los Ayuntamientos que sí la cumplen, como si no tuvieran plenas facultades para retirar esas placas callejeras y medallas que tanto le gustan.

Ahí reside mi mayor preocupación, porque no hay ninguna garantía de nada si un señor con estos pensamientos llega un día a ostentar algún poder.  Quien antes de tener su escaño está demostrando de antemano tal desprecio por la legalidad puede ser muy peligroso para la convivencia. Sólo hay dos opciones: o demuestra un compromiso constitucional firme y sin duda, o se le desenmascara urgentemente para evitar que pase lo de las películas americanas, cuando un loco llega a presidente y a punto está de desatar la Guerra Nuclear de no ser porque el ‘bueno’  le neutraliza antes. Mi duda es si ahora mismo, el “bueno” en España forma parte de la trama…

Estaba dándole vueltas a todo esto, cuando ¡zas!… otra joven de C,s, la portavoz en el Parlamento aragonés, salta al ruedo contra el proyecto de introducir la pedagogía de la memoria en las aulas. Para C’s, la enseñanza de la Historia contemporánea está bien como esta, con un temario que siempre se queda en el siglo XVII y poco más; para esa joven de C’s, introducir la Memoria Histórica como asignatura, hacer Pedagogía contra el odio y la intolerancia practicadas desde el Poder ‘revive fantasmas’; son enseñanzas tan perniciosas para ella como lo fueron  para papi o el abuelo que no puede enseñar tranquilo la escritura de su casa… falazmente lo comparan con aquella antigua FEN de los tiempos de papi, asignatura que por cierto es imposible que ella llegase a conocer.

No son casualidades; son declaraciones frías que evidencian que esas gentes jóvenes y guays llegan a la política con los pensamientos arcaicos de sus mayores y el falso centrismo y  modernidad que aparentan. No es verdad su equidistancia y lo han demostrado ya dos veces en dos días… o los desenmascaramos o estos, si pueden, apretarán el botón.

Lctr. (C&P)

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