Una vez más la maquinaria electoral ha funcionado a la perfección.
Todas las falsas encuestas que han difundido los medios de comunicación al servicio del PP han cumplido su objetivo. El propósito era movilizar al electorado acérrimo del partido popular, que ya hacían cola en los colegios mucho antes de abrir, y por otro lado aumentar la desidia del electorado de izquierdas, que confiando en las falsas encuestas han decidido no ir a votar.
Eso unido al fiasco electoral de la "unión coloidal" entre Podemos e IU, que no solo no han sumado si no que han restado, gracias al electorado rojeril recalcitrante de Izquierda Unida que han decidido no apoyar esa unión en las urnas.
Con este panorama ahí tenemos otra vez a esta ristra de impresentables dispuestos a saquear de una vez por todas lo que quede de los despojos de una España hundida, cada vez más lejos de los países de su alrededor. Como decía hoy Iñaqui Gabilondo: "El mundo sigue, España se detiene".
Está claro que lo mejor de España está enterrado en sus cunetas. Aquí solo quedó sitio para la indecencia, el miedo, y la ignorancia.
Lctr.
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