viernes, 18 de septiembre de 2009

Cómo somos los humanos

“Al mundo vendrán terece millones de naves” (Carlos Jesús)

Partamos de esta frase y de alguna noticia reciente. Hace unos días leí, no recuerdo dónde, una información sobre el descubrimiento de exoplanetas y la posibilidad de encontrar vida en otros lugares del universo o de dar con otros mundos donde poder irnos a vivir, y conquistar el espacio. Lo cierto es que todo esto mola y alimenta mucho las mentes de la gente; libros, películas, videntes, visionarios, etc.

Pero lo sorprendente para mí es que sea la propia comunidad científica la que hable de estos temas dando solamente la versión ilusionante y prometedora de algo que tiene otra cara mucho más grande y decepcionante que nos hace pensar en lo inútil de todo esto.


Carl Sagan (está aquí por cientifico y visionario)

Sin entrar en demasiados detalles relacionados con la física dejemos dos ó tres ideas claras: cualquier planeta habitable o habitado está a cientos, sino miles, de años luz como mínimo; la física hoy conocida dice que no es posible superar la velocidad de la luz; las teorías sobre atajos en el espacio o viajes en otras dimensiones sólo responden a modelos matemáticos.


Fomalhaut. Esta estrella tiene un exoplaneta. En la foto (pinchad para agrandar) se observa en un pequeño recuadro dónde está en relación a la propia estrella. Fomalhault se encuentra a 25 años luz de la Tierra.

Dicho esto, y sin cerrar ninguna puerta al conocimiento y al progreso, hay que considerar que lo que hay es lo que hay, y eso significa que no podemos ir a ningún planeta a ver qué se cuece por allí. Significa que incluso si desarrollásemos alguna tecnología que nos permitiera “ver” desde aquí ese planeta, estaríamos viendo lo que allí ocurre con un retraso de al menos decenas o miles de años, de tal manera que incluso en el caso de intentar ir deberíamos considerar que nos encontraríamos algo muy distinto a lo que ya observamos. Significa que cuando al mundo lleguen esos “terece millones de naves” se quedarán sorprendidos porque lo que ellos pensaban que habría aquí era dinosaurios y vegetación por todas partes (lo que vieron cuando decidieron venir). Significa que cualquier ser vivo, en el nivel biológico que sea, a costa incluso de no tener inteligencia, no podrá sobrevivir a un desplazamiento de este tipo. Y significa finalmente que estamos limitados, tenemos fecha de caducidad y lo nuestro es sólo una cosa pasajera. Parafraseando a El Fary, como bien he dicho ya otras ocasiones esto es dramático, es desolador. Lo normal es que nos llevara a un pesimismo tal que deberíamos recoger los bártulos, desmontar todos los cacharros esos que utilizamos para investigar y dedicarnos a cosas que nos hagan más placentero y reconfortante el poco o mucho tiempo que nos queda por estar aquí.

Pero extrañamente el ser humano es de otra manera.

A pesar de tanta evidencia, a pesar de que el peso del conocimiento que hasta ahora tenemos aplasta cualquier posibilidad de viajar a otros mundos, seguimos y seguiremos buscándolos, intentaremos descubrir lo inalcanzable, soñaremos con que la teoría de cuerdas nos permita encontrar el atajo para desplazarnos, confiaremos en que antes o después, igual que hace tan sólo 100 años nunca pudimos imaginar que existieran los teléfonos móviles o Internet, daremos con la clave que nos permita salvar esas barreras, y nada ni nadie quebrará nuestra moral. Y conquistaremos el universo. Por eso seguimos escribiendo libros, haciendo pelis donde aparecen extraterrestres (Distrito 9, Señales del futuro… por poner ejemplos recientes), y pensando como posible algo que no lo es. Igual que un niño sueña despierto con que aparezca algún superhéroe volando por los cielos, igual sueña el hombre, como un niño. Eso creo que nos dice bastante de cómo somos. Somos la hostia. Cómo me mola cómo somos.



Roger

5 comentarios:

lecter dijo...

La película más sincera que se ha realizado hasta la fecha referente a encuentros extraterrestres es, sin lugar a dudas, Mars Attacks!

En ella contemplamos con humor, que en el caso de existir vida inteligente más allá de nuestras fronteras, esta será igual de decepcionante que la nuestra.

Discrepo de la última frase. Me acerco más al pensamiento que, acerca de nosotros, tenía el agente Smith...

"Verá me di cuenta de que, en realidad no son mamíferos. Todos los mamíferos de este planeta desarrollan instintivamente un lógico equilibrio con el hábitat natural que les rodea. Pero los humanos no lo hacen. Se trasladan a una zona y se multiplican y siguen multiplicándose hasta que todos los recursos naturales se agotan. Así que el único modo de sobrevivir es extendiéndose hasta otra zona. Existe otro organismo en este planeta que sigue el mismo patrón. ¿Sabe cuál es? Un virus. Los humanos sois una enfermedad sois el cáncer de este planeta, sois, una plaga. Y nosotros somos la cura."

Anónimo dijo...

"Al mundo vendrán terece millones de naves" Y al encontrarse lo que hay se irán corriendo con el rabo verde entre las piernas de reptil. Este asunto dará una gran publicidad al programa de Iker "cuarto milenio" y alargarán el tiempo de duración ocupando toda la franja de noche desde el informativo hasta "últimas palabras"... Con lo que yo les diría, a través de Carlos Jesús, por supuesto, que no vengan, que se van a llevar una gran decepción. Y mandaría para ilustrarlo una foto de falete cagando, estoy convencido de que esto les para los pies.

Jm

Anónimo dijo...

Qué poco poéticos que sois, joder. El día que vengan los extraterrestres nos vamos a cagar todos, no sólo falete.


Roger

deivit dijo...

Teneis que ver la peli de District.9.
Va de extraterrestres.
La acabo de ver y ma gustao.

deivit dijo...

Creo recordar, que en la pelicula -Campo de batalla: la tierra- los extraterrestres invaden la tierra y en un principio se creen que los seres mas inteligentes, de este planeta son los perros, por la forma de vida que llevan (no trabajan, se les da de comer, se los pasea)