Nada me gusta más que desdecirme de mi anterior entrada para dar la enhorabuena a este nuevo fenómeno.
Se creía ya Federer que se iba a dar un paseito para recoger su nueva copita, y ha tenido que recoger el plato.
Del Potro le ha ido echando a palazos de la pista.
Bien chaval, bien. ¡Qué bien lo hemos pasao!
Eso sí, este no es como los Djokovic o Murray, este trae debajo de los pantalones dos enormes pelotas.
De servicio.
Se convierte así en el segundo jugador, junto con Nadal, en ganar al llorica en una final de Gran Slam. Con la particularidad, nunca antes conseguida por nadie, de que también ha derrotado al propio Nadal para obtener este triunfo.
Llega el relevo generacional.
Lctr.
3 comentarios:
Sí, amigo Lecter. Es difícil distinguir qué es lo más placentero, si el triunfo de uno o la derrota del otro. No está bien alegrarse de la derrota de nadie pero en este caso hemos de reconocer que esa derrota forma parte de un conjunto de cosas que sí que hacen que tengamos que alegrarnos.
La primera es que hay que encuadrar todo esto en la batalla que desde hace años hay entre Nadal y Federer, de la que Nadal sale victorioso y no sólo eso, sino que es el que puso a este hombre en su sitio "impidiéndole" seguir ganando y ganando Grand Slams como si eso fuera fácil. Hasta hoy todas las finales perdidas por Federer han sido a manos de Nadal. Este simple hecho por sí mismo lo dice todo.
La segunda es que la victoria de Del Potro es seguir el camino que ya abrió Rafa. Este larguirucho que juega a hostiazo limpio se pasó por la piedra a Rafa el día antes. Cuando empezó el partido con Federer todos pensábamos "¿por qué no mete las mismas hostias que metió ayer con Nadal?". Bueno, pues al final lo hizo. Qué placer verle repartir a todos lados pelotazos como hostiazos en la cara. Delpo ha aprendido. Bien hecho.
La tercera es que ser número 1 del mundo dejó de ser propiedad de Federer cuando llegó Nadal. Muchos decían que ahora Federer volvía a su senda de dominio tras la lesión de Rafa, pero no. Muy pronto te han parado los pies. Ahora ya no sólo te gana las finales Nadal, ahora te las pueden ganar unos cuantos que tomaron nota de lo que hizo y hace Rafa. Ser número 1 del mundo ya no es pan comido.
Y por último, lo siento mucho pero no se puede ir llorando por las pistas, tocayo. Todos los perdedores habituales tendrían derecho a llorar y no lo hacen, y tú, ganador siempre, pierdes un día y vas y lloras, y le jodes la celebración al otro. No hijo, no. Esta vez no has llorado, en vez de eso te has jodido y te has aguantado, que es lo que hay que hacer. Al menos de eso has aprendido.
Resumiendo, ha sido una gran día para el tenis, un partido memorable, una victoria enorme y una derrota que significa mucho más que eso.
Ahora todos esperamos que vuelva Rafa Nadal y se empiecen a repartir raquetazos todos contra todos, a ver quién gana.
Roger
Que así se escriba... Y así se cumpla.
Bueno, relevo generacional relativo ya que Nadal, Del Potro, Murray y Djokovic son de la misma quinta. A ver si en vez de Nadal-Federer tenemos al grupo salvaje echándose a raquetazos de las pistas por el bien del espectáculo tenístico... Imaginad la WWF pero del tenis...
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