El otro día estuvimos discutiendo sobre política, manipulación y otras yerbas. Roger nos dejó un mensaje en un comentario que, leyendo hoy una entrevista con el gran Tim Robbins, me ha parecido que guarda bastante relación. La entrevista se realiza con motivo del estreno teatral de "1984" por parte de la compañía que dirige el actor americano
Como dicen en las televisiones cutres, por el interés del artículo la reproduzco a continuación:
P. ¿Ha empezado a dejar de creer en la democracia?
R. A estas alturas, no sé lo que es la democracia realmente. Sé lo que es el ideal de democracia. Pero, ¿se puede pensar en estos momentos en un solo país en el que realmente sea la voluntad de la gente la que gobierne? ¿Se puede pensar en algún gobierno democrático que realmente esté legislando para terminar con las diferencias entre ricos y desfavorecidos?... No estoy seguro. Me gustaría que los que tienen el poder encontrasen el límite entre lo que se puede hacer y lo que no. Para mi un límite claro está en la censura y la opresión. Un límite claro está en encarcelar a gente que no opina como el poder quiere que piense. En Latinoamérica es algo que ocurre generalizadamente. Y me da igual que quien esté en el poder sea de izquierdas o de derechas. No creo que pudiera manifestar mi apoyo a ninguno de esos gobiernos aunque se digan democráticos.
P. ¿Qué otros efectos drásticos ha tenido la obra de Orwell en usted en estos seis años en que lleva representándola?
R. He hecho un experimento desde los últimos tres años. Me deshice de mi televisor. Ya no veo la tele. En la obra hay algo que los ciudadanos han de hacer delante de sus pantallas: mantener sus dos minutos de odio. Yo me descubrí teniendo mis dos horas de odio contra Bush frente a mi televisor todos los días y decidí que tenía que dejar de odiar. Me di cuenta de que fueras de la opción política que fueras, te sentabas delante del televisor a odiar. Y el odio genera división y mientras estemos divididos los que gobiernan serán más fuertes. Ellos fomentan la división porque saben que esa situación juega a su favor. Se mantendrán en el poder mientras los ciudadanos estemos divididos. Así que rechazo mis dos minutos de odio, rechazo la idea de odiar a nadie.
P. ¿Entonces cree que vivimos en un sistema basado fundamentalmente en el odio?
R. El negocio de dividir a la gente es algo muy cínico y cruel. En el momento en que uno dice estar en contra de un totalitarismo fascista, por ejemplo, pasa a ser calificado inmediatamente como comunista, radical de izquierdas... Y por supuesto no puede haber nada más alejado de la verdad. Se trata de mantener a la gente dividida y hay auténticos profesionales a sueldo de los gobiernos especializados en mantener esa división. Yo estoy en contra de cualquier forma de opresión venga de donde venga.
corta y pega por la cara aprovechándose del limbo de copyright que existe en la prensa
jm
2 comentarios:
Sí también me lo leí esta mañana. (Te he introducido la cara del robbins que parece estar iluminado)
Tenemos mas o menos algo de libertad pero no somos plenamente libres.
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