jueves, 27 de diciembre de 2012

La invasión necesaria


Imaginad por un momento a nuestro nuevo presidente de la Comunidad de Madrid, mientras privatiza algún hospital, en un acto multitudinario, imaginadlo siendo devorado vivo por su propio guardaespaldas.

Imaginad a Gallardón, transformado en caminante, desmembrando con fruición, a Esperanza Aguirre.

Imaginad ahora a esta, ensangrentada, con los ojos en blanco, corriendo detrás de una histérica Isabel San Sebastián, que, en su huída se topa con Curri, ya transformada, y es devorada por ella y por la Aguirre que venía detrás.

Imaginad el plató de "Punto Pelota" siendo asaltado por una masa de hinchas del Madrid, caminantes. Imaginad la escena, Roncero llorando mientras es descuartizado por sus madridistas del alma. Casillas, con la mirada perdida, comiéndole el brazo a Paco Buyo. Pipi Estrada, con la ayuda del palo de una escoba, intentando zafarse de los ataques de Cristiano y de Özil.

Imaginad a Rajoy, asustado y tembloroso, siendo devorado por Soraya, imaginadla ensangrentada, comiendo las vísceras de su presidente. Mientras, Rubalcaba, intenta escapar, sin conseguirlo, de las mordeduras de Pepiño, enajenado y ensangrentado. A la vez, vemos a Bono, tendido en el suelo, entre estertores, mientras tiene encima a Raphael y a Monseñor Rouco Varela, dando cuenta de sus piernas.

Y a Mario y Alaska, implorando piedad, mientras se les acerca, sin posibilidad de escape, un tambaleante y decidido Macnamara.

Imaginadlo.

Y consolaos.


Lctr.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de la San Sebastian devorada por Curri y Esperanza me supera. Me da grima. Ahggg

Rg

Anónimo dijo...

Me acabas de reconciliar con el mundo zombi. Oh... siiiii.... Has transformado esa pesadilla apocalíptica en un dulce sueño, has cambiado la expresión de horror y asco que siento cuando veo a los caminantes en una sonrisilla maliciosa. Me encaja perfectamente lo que dices, alguien debería llevarlo a la pantalla...
jm

Lecter dijo...

Podría ser el contenido del especial de Navidad, en la hora más familiar.