viernes, 21 de diciembre de 2012

Planetas habitables

Corro el riesgo de haber contado ya aquí lo que pienso de esto de los planetas habitables y la vida fuera de aquí; me da igual, vuelvo a insistir. Porque al fin y al cabo insistir es lo que hacen cuando nos cuentan que descubren un nuevo planeta similar a la Tierra, posiblemente habitable, la Terranova donde perpetuarnos cuando todo acabe o quién sabe si un nido de bichos distintos a nosotros con los que encontrar nuevas formas de relacionarse, como si las que ya tuviéramos aquí no fueran suficientes, además de complicadas.

La última que leo es que "Un planeta potencialmente habitable que orbita una estrella similar al Sol". Sigo leyendo "Una estrella similar a nuestro Sol alberga cinco planetas, uno de los cuales se encuentra en una zona potencialmente habitable donde podría existir agua líquida y quizás vida. Un equipo internacional de astrónomos ha logrado detectar cinco mundos que orbitan en torno a la estrella Tau Ceti, que se encuentra relativamente cerca de nuestro Sistema Solar, a tan sólo 12 años luz."



Tan sólo a 12 años luz. Ya hemos hablado de que es imposible superar la velocidad de la luz a lo que algunos responden que podrán encontrarse agujeros en el espacio que nos transportaran casi de inmediato entre ubicaciones alejadas, y la ciencia progresará y tal, que es como decir que tranquilos que dios existe y al final todos bien. La realidad es la que hay y buscar vida en otros lugares o planetas habitables no responde más que a la curiosidad del ser humano, implacable, a la que no podremos nunca renunciar porque somos parte de todos esto que observamos y que llamamos universo.

Pero ya que hay una estrella a 12 años luz con un posiblemente habitable planeta pensemos cómo podríamos llegar allí a echar un vistazo de cerca, contando con las limitaciones de la física y de lo finito de la vida humana.

Sea por tanto un grupo de científicos destacados reunidos con la encomienda de organizar un plan viable de conquista de otros mundos. Es necesario en primer lugar calcular la duración del viaje, que será realizado en un nave que se desplazará a una velocidad de crucero de casi 1000km/s, aprovechando la aceleración constante de unos propulsores nucleares, que permitirán el abastecimiento de energía todo el viaje. La sonda Voyager viaja a 17km/s, con lo cual es posible que estemos siendo muy optimistas con lo de 1000km/s pero no es momento de escatimar tecnología. El planeta está a 12 años luz que son 113.529.600.000.000 km, de esos kilómetros que conocemos aquí cuando vamos a Cádiz o a Soria en el coche. Por tanto el tiempo que tardaría nuestra supernave en llegar es de 3600 años, años también de esos que conocemos aquí, de los que nos jode ir cumpliendo, vamos.

Con estos números el plan está claro: necesitamos una nave con capacidad de sustentar vida por generaciones, una nave que albergará una selección de humanos que serán los padres de la expedición, y que así serán conocidos por sus descendientes, como "los padres", y como tales admirados y honrados, humanos que se irán reproduciendo por generaciones de manera estudiada y controlada, asegurando la vida que con grandes zonas habilitadas para el cultivo y la ganadería, en un estudiado sistema de reciclaje y generación de aire, CO2, metano y otros gases proporcionará no sólo garantías de supervivencia a la expedición sino las condiciones de bienestar y seguridad que esta empresa requiere. Hay que llegar como sea a Tau Ceti (dar ganas de hacer la broma y decir que mejor llegar a Ceu Ta)

En 3600 años, con una vida media de 78 años para el ser humano, las generaciones necesarias serían tan sólo 46, si todo va bien. La población habrá de mantenerse estable, sin ser excesiva ni corta, para evitar endogamias que debiliten la especie, pero en cualquier caso nuestra supernave habrá de ser bien tocha. El conocimiento y el espíritu de la misión habrán de ser transmitidos de generación en generación sin pérdida de ilusión alguna, ni dudas que la pongan en peligro, por eso no existirán archivos de cómo era la Tierra y cómo se vivía allí. Habrá que evitar que ningún descendiente de "los padres" llegue a pensar que han preparado para él una cárcel donde vivir una vida cuyo sentido sólo es la supervivencia del ser humano con el fin de llegar a otro planeta por cojones, porque la gente se volvió loca y dijeron "hay que conquistar otros mundos".

Al paso de decenas de generaciones, y ya cercanos al objetivo final, habiendo pasado ya 3400 años, la misión se encontrará cerca de su objetivo. Estos humanos descendientes de los primeros expedicionarios empiezan preguntarse qué les esperará allí. Las comunicaciones con la Tierra se habrán ralentizado al extremo de que una respuesta puede ser recibida unos 20 años después de ser enviada la comunicación, pero con eso ya contaban. ¿Qué habrá sido de la Tierra? Ya cerca del nuevo planeta simplemente están "sólos".

Y llegan allí, lo observan, lo analizan, aterrizan incluso -porque era habitable-, ven que está desierto, que no es del todo respirable, que tal vez se podría actuar sobre él para crear una atmósfera como la de la Tierra en unos 3000 años, etc, etc, y van sacando sus conclusiones sobre el estudio del planeta.

Finalmente se reúnen en unas jornadas que organizan para la evaluación del éxito de la misión, puesta en común de los resultados y pasos a seguir. Los pasos a seguir finalmente se reducen a tres opciones: adaptar el planeta a ciertas condiciones de vida que lo hagan realmente habitable mientras la nave se mantiene orbitando durante unas treinta y pico generaciones más; otra es recoger el chiringuito y dar media vuelta y pa´casa otra vez, unos 3600 años de vuelta; y finalmente situar la nave en una órbita a unos 300km y comenzar una maniobra rápida de descenso vertiginoso en picado contra ese planeta potencialmente habitable.

Podemos y seguiremos mareando la perdiz con la vida en otros planetas, incluso podríamos descubrir con certeza que hay vida en otro planeta, incluso vida inteligente, pero este descubrimiento no quedaría más que en eso. Después de eso no puede haber nada. Nada. Lo que pasa es que nos mola curiosear y ya está.

Rg

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dos cosas:
-Imaginad que cuando la nave esté a punto de llegar un meteorito traicionero la mande a tomar por culo... oooohhhhh
-Habría que dejar algunos ejemplares en la biblioteca de la nave de "La vida es sueño" y enseñar a los niños que vayan naciendo en las diferentes generaciones el monólogo de Segismundo

"Ay mísero de mi y ay infelice..."

jm

Lecter dijo...

"Pues el delito mayor del hombre es haber nacido.."

Buena historia Rg.

deivit dijo...

Todavía no podemos doblar el espacio ni el tiempo, pero ya iremos.