Pos eso, una chica menuda, con talento, que se casó con otro chico con talento, Vicente Minelli, y tuvieron una hija, con más talento que los dos, Liza, que se fue detrás de una botella.
Pero Liza nos dejó Cabaret, para todos los frikis que nos gusta el cine.
Y nos dejó su vozarrón.
Inconfundible
Después de estas cosas, desde el mismisimo Scorssese, pasando por Woody Allen, y Sinatra, aunque no lo seamos, todos somos newyorkinos.
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