martes, 23 de julio de 2013

Última Bitácora




















Nave Enterprise.

Fecha estelar 3410/10.

Soy el capitán Kirk, y estoy solo.

Los vulcanianos han sido los últimos en morir, Spock sostuvo mi mano hasta el final, hasta su último aliento, y ahora me encuentro solo, perdido en un rincón del universo muy lejos de mi casa, mi casa, hace mucho que no tengo más casa que esta nave, no llegan noticias de la tierra, porque ya no existe. Ha sido devorada por nuestro sol. Nosotros eramos la única esperanza, y hemos fallado.

La materia oscura ha ido lenta, pero inexorablemente, devorando todos los mundos que encontraba a su paso, lo he visto con mis propios ojos, lo he visto, lo he vivido, y ahora me encuentro solo, dictando estas palabras al computador de a bordo, ya que no puedo escribir, porque me faltan los brazos.

Tengo la absoluta certeza de que nadie, ni nada, va a ser capaz de leer nunca estas palabras, la nave está en las últimas, lo más probable es que se destruya en una gran explosión, conmigo dentro, así que creo ser el último objeto vivo de nuestro universo conocido, sí, ese universo que empezó con las leyes de Newton, las de Einstein, las de Hutchinson, las de Hallen, y últimamente las de Rybczyński, sí, las leyes del todo igualitario y alterno. Que bella teoría. Seguramente no conoceremos otra.

Escribo esto, a sabiendas de que no va a ser leído jamás, pero con la esperanza de que esa materia oscura, que ha acabado con nosotros, no deja de ser algo. No podemos entender qué puede ser, no podemos comprenderlo, al menos yo no puedo, pero algo es. Pienso que es ese algo contrario al ser, que ha generado la vida, y con esto estoy contradiciendo la teoría de Rybczyński, pero como comprenderán, a estas alturas, la teoría de Rybczyński, me toca los cojones completamente. Por no decir nada de las anteriores teorías.

Deben saber que aquel que está al borde de la muerte no tiene nada que disimular.

Por ello, ahora que veo como chisporrotea todo el cuadro de mandos, y mi fin está próximo, verdaderamente no se me ocurre nada que decir ni que pensar, si quieren que les diga la verdad, tengo miedo. Un miedo tan terrible que encuentra consuelo en estas palabras que les escribo, a sabiendas de que no habrá nadie, ni nada, para leerlas.

La nada es tan poderosa. 

No hay Dios que se resista a la nada.

Ya está aquí, es inevitable.

Voy.., pues me llamas.

Ki.........

............................................................................................................................


2 comentarios:

deivit dijo...

Es un texto es apocrifo, y no puede ser que hable de Rajoy como de materia oscura.

Lecter dijo...

jajajaajaja