Una pequeña deriva filosófica

No quiero aburrir. Sé que estas cosas no mucha gente se las plantea pero algunos sí. Me pregunto sobre el sentido del Universo, por qué existe y qué sentido puede tener tamaño espectáculo. Estamos en Natura Mundi ¿no?

Lo primero: de no ser porque existimos los seres humanos, y supuesto que seamos los únicos, nadie sabría de la existencia del universo, no tendría observadores, no habría una consciencia que certificara que eso está ahí; dicho de golpe, no existiría. ¿Quién lo constata? ¿Cómo puede entenderse la existencia de algo sin que nada ni nadie lo pueda certificar? ¿Para qué? Habrá quien piense que más allá de que se pueda levantar acta de su existencia, si está, está, y punto. El contraargumento es que no se puede partir de la premisa de que algo está sin saber si está (he aquí un lío de cojones)

Por tanto el papel del ser humano queda infinitamente potenciado en tanto en cuanto es notario de la existencia de este enorme papo que es el cosmos. Pero el hombre es fruto del propio universo. Unas partículas elementales que se combinan en otras más complicadas, que a su vez se presentan en forma de átomos que establecen un abanico de elementos delimitados que conforman el sistema periódico, estos se combinan, interactuan, se generan moléculas, de ahí cadenas orgánicas, enzimas, proteínas y en un momento de mágica transformación nace la vida (sobre esto escribiré otra entrada). Y una vez llegada la vida una serie inexplicable de rocambolescas carambolas, incluidos meteoritos, cataclismos y extinciones masivas terminan generando un ser vivo que tiene la admirable y única capacidad de ser consciente de su propia existencia. El universo se reconoce a sí mismo. He aquí el sentido de todo. Creo.

Seguiré. Creo.

Rg