Hay artistas que parecen insensibles a la situación económica de su público. Joaquín Sabina dejó helada a la parroquia cuando anunció los precios para escucharle el próximo diciembre: lo más barato, 31 euros
por el asiento de la sexta planta del Palacio de los Deportes de
Madrid. Están al fondo, muy al fondo, tanto que cuando el rapero 50 Cent actuó en el recinto, en 2007, se rió de quienes habían pagado por esas localidades: "Tíos, para verme así mejor os ponéis el DVD de la gira en casa". ¿Las entradas más caras? 192 euros por un asiento cercano al escenario, que incluye cóctel de snacks, acreditación conmemorativa y otras chucherías. El precio general de pista es de 67,50 euros. Las 14.000 entradas se agotaron en dos horas y el músico tuvo que añadir una segunda fecha.
Lctr. (C&P)
1 comentario:
Más se paga por ir al furgol.
Si la gente paga hace bien Sabina y todos estos. Yo las pondría más caras aún.
No olvidemos que son prescindibles.
Rg
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