Cuando un país quería apoderarse de otro, o de parte de él, no tenía más que declarar la guerra, liarse a hostias, y a ver quién podía más. Ahora ya no se hacen así las cosas...
(A continuación cortapego artículo aparecido hoy en el blog "La Tramoya" de Juan Torres López en el periódico digital PUBLICO.es. Cuyo título es "Aplastar a Grecia para acabar con toda disidencia")
(A continuación cortapego artículo aparecido hoy en el blog "La Tramoya" de Juan Torres López en el periódico digital PUBLICO.es. Cuyo título es "Aplastar a Grecia para acabar con toda disidencia")
Después de contemplar lo que viene ocurriendo entre Grecia y la Troika en los últimos años, y especialmente desde que gobierna Syriza, hay que ser muy ingenuo para pensar que el desacuerdo actual es una fase de un debate económico honesto, es decir, de una negociación sobre la conveniencia de tomar unas medidas u otras para mejorar la situación de la economía griega y de la europea en general. Y, por supuesto, para creer, como nos dicen, que lo que se plantea es que un país, en este caso Grecia, haga efectivos sus compromisos y pague sus deudas. Si esa fuese la cuestión, Alemania (que es la potencia europea que más deudas ha dejado de pagar en el último siglo y a quien más se le han perdonado) comenzaría a saldar las muy cuantiosas que tiene con Grecia desde la última guerra mundial, por ejemplo.
Los hechos son elocuentes:
– La quiebra de Grecia vino producida por la aplicación de políticas neoliberales en los últimos decenios y por la complicidad de las autoridades europeas y de los grandes bancos internacionales con sus gobiernos corruptos y con las élites que se beneficiaron del expolio de lo público y de una fiscalidad poco progresiva. Sin embargo, estas mismas autoridades y estos bancos se empeñan en resolver el daño de esas políticas reforzando su aplicación. Un contrasentido que solo puede tener los efectos desastrosos que ha tenido hasta que llegó al gobierno Syriza y que son bien conocidos.
– Es una barbaridad que se preste dinero a alguien que está quebrado. Sin embargo, cuando Grecia estaba quebrada como consecuencia de lo que acabo de señalar, la Troika le obligó a solicitar préstamos que se sabía que, lógicamente, no iba a poder pagar. Otro contrasentido que solo puede explicarse porque dar crédito es el negocio de la banca internacional y porque esa era la manera de salvar a los bancos europeos que irresponsablemente habían financiado las políticas corruptas de los anteriores gobiernos griegos en connivencia con la banca internacional que auditaba y respaldaba el engaño.
– Cuando se reconoció la quiebra de Grecia el problema podría haber tenido una solución relativamente poco costosa y apenas incruenta socialmente. Su deuda era, por ejemplo, unas tres veces menor al dinero que los gobiernos francés y alemán dieron generosamente para salvar a sus bancos. Sin embargo, como he dicho, se aprovechó la situación para obligarla a suscribir nuevos préstamos con tipos de interés cada vez más altos gracias a la manipulación de los mercados por los propios prestamistas.
– Las políticas de austeridad (de falsa austeridad, como señalaré enseguida) han fracasado completamente. No han permitido alcanzar ni uno solo de los objetivos que la Troika decía que iban a cumplir. Han provocado una caída de casi el 30% en la actividad económica y en los ingresos, y la deuda (que se supone que era lo que iban a resolver) ha aumentado considerablemente.
Ninguna, exactamente ninguna, de las previsiones de la Troika al imponer estas políticas se ha cumplido.
Ninguna, exactamente ninguna, de las previsiones de la Troika al imponer estas políticas se ha cumplido.
– También son evidentes las pruebas de que esas políticas no han buscado la austeridad y soportar menos gastos sustanciales, como decían:
Se podría haber financiado a Grecia sin intereses (o con intereses irrelevantes), tal y como se viene haciendo con la banca privada para salvarla de su irresponsabilidad. Actualmente, Grecia paga alrededor del 12% de su deuda pública en intereses frente al 0,56% de Alemania y eso no se debe, como también se quiere hacer creer, a la mala situación económica griega, sino a que se renunció a que el banco central financie a los gobiernos para que hagan negocio con ello los bancos comerciales creando dinero de la nada (han llegado a cobrar a Grecia un 35% de interés por un dinero que obtenían prácticamente sin coste alguno).
Se podrían haber paralizado los gastos militares griegos pero no se ha hecho porque son una fuente de ingresos para Alemania y Francia.
Ningún acreedor en su sano juicio impone a su deudor una estrategia que le impida generar más ingresos sino que procura que los genere en la mayor cuantía posible para que así pueda ir pagándole la deuda. La Troika, sin embargo, se empeña día tras día en imponer políticas que destruyen la capacidad de crear ingresos en la economía griega (las medidas recesivas que ha vuelto a imponer para llegar a acuerdos y que el gobierno griego ha rechazado con toda razón y sensatez). Como diré enseguida, no se busca en realidad que Grecia genere ingresos y pague (como quiere el gobierno de Syriza), sino que se someta y que se traspasen cada vez más recursos y poder al sector privado ya de por sí más poderoso, lo que en lugar de salvar a la economía griega la empeorará aún más, como antaño cuando se hizo exactamente eso.
– No se puede aportar evidencia empírica y científica alguna para probar
que las políticas de privatizaciones, de recortes y de destrucción de
instituciones que impone la Troika sean eficaces para generar
eficiencia, más ingresos y mejor condición económica. En ningún país en
donde se han aplicado las medidas de austeridad que propone la Troika se
han conseguido los efectos que dicen que van a conseguir para tratar de
convencer a la población. Así lo demuestra claramente el libro de Mark
Blyth Austeridad. Historia de una idea peligrosa.
– Las políticas impuestas por la Troika solo se han dirigido a
facilitar que los grupos económicos y la población de mayor renta se
apropien de cada vez más ingreso y patrimonio. Un reciente informe (Greece: solidarity and adjustment in times of crisis)
lo deja bien claro: los ingresos salariales han caído un 27% entre 2009
y 2014, los impuestos han subido en un 337% para los grupos de menor
ingreso y menos del 10% para los más elevados, y el 10% de la población
más pobre ha perdido el 82% de sus ingreso desde 2008. Otros muchos
estudios han mostrado que las políticas de la Troika han hecho que
Grecia sea el país europeo en donde más han aumentado el riesgo de
pobreza y la exclusión social y que el traspaso patrimonial desde los
más pobres y desde el Estado a los más ricos ha sido ingente.
– Como han dicho reiteradamente, las autoridades griegas no se oponen
a pagar las deudas sino a que se cierren las fuentes de ingresos que
permiten pagarlas y mantener condiciones de vida digna de su población. Y
tampoco se han negado, ni siquiera, a realizar reformas en la línea
impuesta por sus acreedores, a pesar de estar en contra de sus deseos y
compromisos electorales.
– La única mejora que se ha producido en la economía griega fue tras
la reestructuración de la deuda, que es lo que principalmente reclama el
gobierno griego. Y diversos informes han mostrado que hay otras vías
distintas para generar ingresos que permitan que Grecia salga adelante, a
diferencia de lo que viene ocurriendo con las que ha impuesto hasta
ahora la Troika (ver mi artículo Grecia y Syriza frente a una Europa en evidencia).
Es indiscutible que la Troika no ha logrado mejorar la economía
griega con sus medidas y ni siquiera que los acreedores tengan más
oportunidades de cobrar (en realidad, éstos han prestado con tantos
intereses que tienen casi seguridad total de cobrar el principal por muy
mal que se pongan las cosas).
¿Por qué, entonces, las autoridades europeas se empeñan en cerrar cualquier salida al gobierno griego?
La razón es sencilla: no se trata de huevo sino del fuero. Es decir,
lo que persigue la Troika, con la señora Merkel a la cabeza rememorando
lo que los aliados hicieron en el siglo pasado a su país, es mantener la
primacía de sus políticas y de los intereses que defienden. Lo que
buscan es evitar cualquier disidencia porque no pueden permitir que se
manifieste ningún tipo de hendidura, por pequeña que sea, por donde
entre una nueva manera de poner en marcha el proyecto europeo o de
salvar a los pueblos.
Por eso, la única manera de luchar contra la dictadura de la Troika y
de las autoridades europeas es con democracia (a la que temen como al
diablo) y poner en frente de sus designios la voz nítida e indiscutible
de los pueblos. El gobierno griego ha hecho bien convocando el
referendum. Ahora, las autoridades europeas deben retratarse: o están
con los pueblos o contra ellos.
PS. Mola Grecia como Resort centroeuropeo de vacaciones gratuitas.. ¿A que sí..?
PS. Mola Grecia como Resort centroeuropeo de vacaciones gratuitas.. ¿A que sí..?
Lctr (C&P)
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