El Ayuntamiento de Pamplona exhumará los restos situados en la cripta del Monumento a los Caídos, denominada desde el pasado año Sala de Exposiciones Plaza de la Libertad. Entre esos restos se encuentran los de los generales golpistas Mola y Sanjurjo, autores intelectuales del golpe de Estado que originó la Guerra Civil. Junto a los restos de Mola y Sanjurjo, también serán exhumados los cuerpos de cinco carlistas que lucharon al lado de los sublevados durante la contienda. Una vez vaciada la cripta, serán devueltos a los familiares.
Esta actuación que responde a la lógica más aplastante, que debería haberse hecho ya hace mucho tiempo, y que cuenta con el beneplácito de los familiares, parece ser que no le viene bien a nuestro ministro de interior en funciones Jorge Fernández Díaz. Este señor ha llegado a afirmar ayer lo siguiente:
"Hay algunos que pretenden ganar la Guerra Civil 40 años o no sé cuantos años después de haber terminado en el año 39"
Con semejante argumento este caballero trata la guerra civil como si se tratara de un Madrid - Barça en el que hubo un vencedor y unos derrotados, sin tener en cuenta que con aquel despropósito todos fuimos perdedores, ese partido lo perdió España entera, alcanzando unas cotas de retroceso jamás antes vistas del país en relación con su Europa vecina.
Que el exabrupto lo hubiera soltado algun viejo nostálgico del régimen embrutecido por el vino en la barra de un bar, podría tener un pase. Pero que el que lo haya hecho sea el actual ministro de interior no tiene ninguno. Se imaginan a algún miembro del gobierno alemán o italiano actuando igual ante la retirada de algún monumento nazi, no.
De hecho este señor al hacer esas afirmaciones debería ser cesado en el acto.
No se cansan de decir que hay que olvidar, hacer "cuenta nueva", mirar al futuro sin odio.., cuando son ellos los que no olvidan y mantienen fresco el espíritu de la sinrazón, celebrando misas por todo el territorio nacional un día sí y otro también para perpetuar el odio, y mantener por el mayor tiempo posible esa percepción de España de la que tanto se han llevado.
Lctr.
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