El otro día fueron los miembros de Podemos los que no quisieron secundar el homenaje a Rita Barberá en el Congreso.
Ayer fueron los miembros de Ciudadanos los que optaron por no aplaudir el homenaje que la Comisión de Cultura del mismo Congreso dedicó al poeta Marcos Ana, que falleció el pasado jueves a los 96 años de edad.
Sin entrar en valoraciones de "quién se merece más el homenaje postumo", puesto que cada cuál es libre para homenajear o dejar de hacerlo a la persona que estime oportuna. Es importante hacer notar que mientras el primero de los casos se ofreció a bombo y platillo por todos los medios de comunicación hablados y escritos como una vejación al sistema parlamentario, y una falta absoluta de respeto (e incluso de humanidad) por parte del partido morado de los perroflautas, es curioso que del segundo de los casos sólo encontremos una pequeña reseña en los diarios de internet.
Y eso que fue protagonizado por los más famosos y mediáticos actores secundarios del Parlamento.
Cosas de las varas de medida.
Lctr.
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