El Estadio Olímpico de Kiev está ligado desde el pasado domingo a uno de los momentos más dulces del fútbol español. Sin embargo, a tan solo un kilómetro y medio del escenario en el que la selección se alzó con su tercera Eurocopa se encuentra un campo mucho más modesto, el Zenit, que en agosto de 1942 vivió uno de los partidos más dramáticos de la historia de este deporte.Tal y como descubrimos en el blog educativo «Historia del Mundo Contemporáneo», el 9 de agosto de 1942, el FC Start, un equipo formado por exjugadores del Dínamo y del Lokomotiv de Kiev se enfrentó contra un once formado por soldados del ejército nazi que ocupaba la ciudad desde el año anterior.Este encuentro debía ser la revancha de otro que había enfrentado tres días antes a los antiguos jugadores ucranianos y un equipo de pilotos de la Luftwaffe alemana. Lo que iba a ser una muestra de la supremacía de la raza aria se convirtió en una humillación, ya que el FC Start venció por 5-1.
Los responsables del ejército nazi no estaban dispuestos a que aquello quedara así y formaron un nuevo equipo destinado a aniquilar deportivamente hablando a los ucranianos. Para tratar de asegurar su victoria, designaron como árbitro a un oficial de las SS y advirtieron a los integrantes del FC Start de las terribles consecuencias de una hipotética victoria. A pesar de las amenazas, los ucranianos no se dejaron amedrentar.Sin embargo, al igual que ocurría con los protagonistas de la película «Evasión o victoria» que fue inspirada por este suceso histórico, los futbolistas ucranianos no se dejaron amedrentar por las repetidas amenazas y, a pesar del nefasto arbitraje, lograron ganar el encuentro por 5-3. Las consecuencias que esta gesta tuvo para sus protagonistas son el origen de que sea conocido como «el partido de la muerte».
Varios de los jugadores fueron detenidos por la Gestapo a los pocos días del partido, acusados de ser miembros de la policía secreta soviética. Fueron torturados y deportados al campo de exterminio de Babi Yar. Existen varias versiones de lo que ocurrió después, aunque todas coinciden en que al menos tres de los jugadores más decisivos en la victoria ucraniana fueron ejecutados. Desde 1971, un monumento erigido en el estadio Zenit de Kiev recuerda la gesta de estos héroes que prefirieron arriesgar sus vidas antes que traicionar a su país a través del deporte.
cortape
deivit
1 comentario:
Una historia increíble. Muy buen apunte Deivit.
jm
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