Acabamos de terminar en mi curro una parada-protesta en la puerta del edificio contra los recortes, bajadas de sueldo, privatización de lo público, etc., etc.
No somos muchos ni hemos podido cortar el tráfico porque desgraciadamente por aquí pasan pocos coches y, a decir verdad, ha sido una protesta a modo de terapia de grupo, porque la repercusión es ninguna. Pero sí que quiero decir aquí que pese al poco tráfico que había los coches que iban pasando, al vernos, comenzaban a pitar y sacar las manos por la ventanillas, incluso hay quien se ha parado un momento a saludar. Desconocidos solidarios, y no necesariamente funcionarios. Personitas normales. A cada coche que pitaba o saludaba nos poníamos a gritar y mover los carteles como si les dedicáramos el concierto.
Pero lo mejor ha sido cuando ha pasado un coche de la policía, por supuesto por azar, y el conductor (funcionario también) ha decidido bajar la ventanilla y , con algo de disimulo que yo no entiendo, sacar su mano con el dedo pulgar hacia arriba.
Cuento esto porque esa idea de que los funcionarios están estigmatizados por la sociedad como vagos a los que deberían echar, no ha impedido que, como es lógico y de sentido común, todo el mundo se dé cuenta de que va a haber muchos que se van a quedar con 800 napos, sin paga extra y en situaciones muy jodidas mientras, y esto parece ya una cantinela, se mantiene el número de cargos, de direcciones, de puestos, de jefaturas, complementos, productividades, concursos a dedo, enchufes, regalos, etc...
Resumiendo, tras la protesta, estamos jodidos pero contentos.
Rg
2 comentarios:
Ya estamos todos, y es el momento...
Hay gasolina pero no hay mechero.
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