miércoles, 10 de abril de 2013

Atrapado en el Tiempo

La gran mayoría de las películas no soportan una segunda visión, cumplen su cometido como las servilletas de papel, y luego se desechan. Algunas películas no soportan ni la primera visión, véase "Dogville" de el amigo Trier, por poner un ejemplo.

Son muy pocos los trabajos que soportan segundas visiones, y son escasos los que soportan revisiones múltiples. Entre estas últimas ocupa una posición estelar Groundhog Day, El día de la marmota, o "Atrapado en el tiempo", como la conocemos aquí.



Te la ponen, y ponen, y reponen, y tú te la ves, y ves, y revés. La originalidad de la situación, los brillantes diálogos, la cara de Bill Murray, la extraordinaria realización, son elementos suficientes para tragártela una vez más.

Lo único incomprensible (o no) de la peli, es la lucha y el excesivo trabajo que desarrolla el protagonista para ligarse a un subproducto de persona del tamaño de Andie MacDowell. Aunque, bien mirado, si hubieran puesto a otra actriz, posiblemente no hubiese sido igual.



Grandes momentos hemos pasado con esto. Recordemos ese diálogo en la bolera en el que Phill Connors dice:

"Qué haríais vosotros si estuvieseis atrapados en un lugar,
y cada día fuese el mismo,
y nada de lo que hicierais importara."

a lo que un tipo responde:

"Ese es el resumen de mi vida"

Lctr.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí, siempre he pensado lo mismo sobre esta peli.

En cuanto a lo de que lo incomprensible sea la lucha y el excesivo trabajo para ligarse a un subproducto, todos en algún momento de nuestras historias podríamos decir a eso lo de "Ese es el resumen de mi vida" (jeje)

Rg