Encontrar un buen nombre para un producto no es fácil. Algunas empresas
invierten cuantiosas sumas de dinero en dicha tarea, después de que los
gurús del naming hayan sentenciado que una denominación
atractiva y, sobre todo, fácil de memorizar, es fundamental para el
éxito. ¿Pero qué ocurre cuando el nombre nos viene de otro país y aquí
significa algo malsonante o ridículo? ¿O cuando el paso del tiempo
permite nuevas lecturas humorísticas de una marca hasta ahora venerable? Seguir aquí en el excelente blog de Mikel López Iturriaga
Lctr. (C&P)
1 comentario:
Recordemos estos famosos espárragos
Rg
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