Se imponen las maneras de Mariló Montero, ese florero basto de arcilla secada al sol y primitivamante pintado que se expone en TVE y vocea a los cuatro vientos lo que se le pasa por la cabeza sin miramiento ni vergüenza alguna. Se impone su estilo. No hay más que ver el programa de Ana Rosa todas las mañanas para comprobarlo.
Ayer ya comparaba de manera obscena los escraches de la PAH con el linchamiento fascista de los policías municipales a su concejal. Hoy Quintana, a propósito del juicio contra Rita Maestre, acusada de herir sentimientos religiosos al asaltar la capilla de la Complutense hace unos años, ha pedido respeto para las creencias y forma de vida de cada uno. Como ejemplo ha puesto que es "como si hay una manifestación en contra de los gays en su hábitat".
Qué entenderá por "hábitat gay" nuestra entrañable presentadora...
Es Ana Rosa. No sabe hilar dos palabras sin tropezarse y es presentadora de radio y televisión en España. No sabe de nada y opina de todo. Estos son los educadores de masas que les interesan a nuestros gobiernos. Estos son los programas estrella de nuestra televisión, que lo mismo debaten sobre política internacional, como se meriendan un cadáver, como aplauden a Belén Esteban sus "originalidades".
Esto es lo peor de todo. Fiel reflejo de todo lo demás.
Lctr.
PS. Ana Rosa en su "hábitat"
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