lunes, 25 de mayo de 2009

Unas ideas sobre Darwin

Antes de que se pase el año este de su bicentenario, vengo aquí a reflexionar un poco sobre Darwin y sus teorías. Existe un reconocimiento total por parte de los científicos sobre la impresionante aportación de Darwin (y Wallace) a la comprensión de nuestros orígenes, de nuestro estado actual y del curso de la vida a lo largo de los miles de millones de años desde que "misteriosamente" se originó. Evidentemente no está todo resuelto, aún quedan muchas preguntas clave y singulares, de esas que generan vértigo. Pero no me gusta que, de manera generalizada, se haya engrandecido el trabajo de Darwin y su figura por  haber puesto a las religiones y a las creencias en su lugar, y haberles quitado la máscara y ese cetro del poder con el que tantas vidas y conciencias han sido y siguen siendo manipuladas. Y digo que no me gusta porque no puedo considerarlo más que como una consecuencia de su genial trabajo y no como su gran logro; más bien deberíamos engrandecer el trabajo de Darwin, el puramente cientifico, por haberlo conseguido a pesar de la enorme losa que la religión ejercía sobre la libertad de pensamiento. Pero la inteligencia está más allá de esto.


Y frente al reconocimiento extendido de la derrota de la religión a manos de la ciencia (como otras muchas veces) prefiero quedarme, porque creo que es inmensamente más importante, con la impagable donación que Darwin hace a la consciencia que de si mismos los humanos tienen: Darwin es el primer ser humano, el primer animal y el primer ser vivo sobre la Tierra y quién sabe si sobre el universo, que descubre de dónde viene, que sabe cuál es su origen, que se ve a si mismo frente al espejo y que es consciente de ese hecho. Esto es a mi entender un acontecimiento de tal envergadura que casi empequeñece cualquier otro fenómeno que tenga lugar en el cosmos (estrellas que se colapsan, galaxias que chocan, agujeros negros, etc.); es como si en la más absoluta oscuridad del universo, de pronto, en un pequeño punto se encendiera una pequeña lucecita, que si alguien la viera diría "ahí está pasando algo, y gordo".

La medida de la enormidad de las teorías de Darwin creo que sólo era abarcable por él mismo. A los demás nos deja simplemente paralizados. Cuando Darwin se situó por encima del hombre y de la propia vida, formando parte de ellos -porque este es el hecho crucial- hizo algo que cambió nuestro lugar en esta historia. Ya no somos unos cualesquiera. Darwin nos hizo realmente especiales. Somos por fin espectadores de nosotros mismos.

Termino con una frase de Eudald Carbonell, codirector del proyecto Atapuerca, que resume y enuncia mejor esta idea: "Lo que nos hace distintos es que con el conocimiento hemos aprendido a reconocernos como especie, cosa que las demás especies no son capaces de hacer. Todo ello nos tiene que hacer pensar en cómo somos y qué es lo que queremos ser."

Carlos

10 comentarios:

deivit dijo...

¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?.
Friedrich Nietzsche

Me quedo con que a Dios le inventamos, para que llenase el hueco de lo incógnito.
Y que la ciencia y la iglesia mantiene un juicio en el que la ciencia le va ganando a la iglesia por presentar las pruebas irrefutables. Despejando así toas las dudas.

Anónimo dijo...

Magnífica reflexión.
Sin más comentarios.

Lecter dijo...

El misticismo todavía puede tener un hueco en nuestro mundo. Es el espacio ocupado por el azar o libre albedrio. Cuando se le buscan las reglas al caos puede acabarse con facilidad preso de cualquier conducta esotérica, inmerso en algún evangelio, o buscando patrones, similitudes y/o repeticiones, en las etiquetas de los productos de la compra.

Forma parte también de nuestra naturaleza, de la naturaleza.

(otra vez) lecter dijo...

Por otro lado no creo que el proceso de darse cuenta de los origenes de la especie, fuese tan puntual y exclusivo de un sólo hombre. Darwin fue el primero, que sepamos, que lo pudo probar.

Pero me resulta dificil imaginar que personas como Demócrito, Aristóteles, Heráclito, Protágoras, Platón, Confucio, Virgilio, Homero, Da Vinci, etc... no sospecharan ya algo.

Anónimo dijo...

también es verdad.
Pero ninguno lo afirmó tan abiertamente. Sólo Darwin se mojó y lo desarrolló.

lecter dijo...

Precisamente Darwin no ha pasado a la historia por tener demasiado arrojo y coraje cosa que, a mi entender, le honra, puesto que es la representación de todos los hombres apocados, medios, secundarios, entre los cuales creo que nos incluimos la mayoría.

Darwin siempre interpretó un personaje secundario, pues era hombre rodeado de mujeres. Si a esto le unimos su debilidad extrema, y su regular estado de salud, podemos decir que fue un milagro que se embarcara, en aquellos tiempos, en tan impresionante singladura como fue la expedición en el Beagle.

Resulta curioso que el capitán Fitz Roy, por el contrario, fuese un hombre petreo, rocoso, duro, y profundamente cristiano. Resulta curioso, digo, porque al final fue el débil el que se impuso, de nuevo, a Goliat.

Darwin pasaba tres días vomitando y hecho polvo, por uno de encontrarse más o menos aceptable.

Cuando volvió con toda su información tardo más de 20 años en publicar y , al final, lo hizo llevado por el consejo de los jóvenes, que ya habían llegado a las mismas conclusiones, y fueron magnánimos con el maestro y, antes de publicar ellos, permitieron que fuera Darwin quien lo hiciera.

Cosa que les honra.

Por supuesto las teorías de Darwin no iban contra el cristianismo, ni el budismo, ni ninguna religión tratada desde la humildad del no saber.

Las teorías de Darwin iban contra la sinrazón, contra la tiranía de los hombres malos.

Y él les dijo al fin:

Buscad en esa bolsa, encontraréis una cartera que pone "Hijo de puta peligroso"

Es la mía...

lecter dijo...

Por cierto, si poneis darwin en el buscador de entradas, atentos a la última que aparece.

Carlos dijo...

Lecter dijo:
"Pero me resulta dificil imaginar que personas como Demócrito, Aristóteles, Heráclito, Protágoras, Platón, Confucio, Virgilio, Homero, Da Vinci, etc... no sospecharan ya algo."Sí, yo también creo que antes debió existir alguna intuición o sospecha. Seguramente a estos que citas les faltó cinco años dando vueltas por el mundo en un barco.

Wallace también concluyó prácticamente lo mismo por su cuenta.

Sólo quiero insistir en el aspecto recursivo de la idea, y cómo gracias a la propia evolución somos conscientes de la propia evolución. A donde quiero llegar es a que podría parecer que uno de los objetivos de la evolución es darse cuenta de sí misma. Es horrible.

Anónimo dijo...

horrible? por? explíquense si puede ser, please.

lecter dijo...

Pues sí, como decía aquel que no recuerdo:

"Somos el ojo que usa el cosmos para mirarse a sí mismo..."

La naturaleza despierta y se auto-observa desde nuestra aparición, en una especie de misteriosa retroalimentación cósmica.

Todo esto sólo puede llevarnos a un sitio.

A la ruina.