Rouco advierte de que la salida de la crisis es imposible "sin hombres rectos"

Antonio María Rouco Varela, hombre santo, tiene la solución para salir de la crisis. Se la ha debido decir dios al oído mientras dormía. Viene a decir que sólo saldremos de esta situación tan crítica a través de “hombres rectos”, que no es lo mismo que decir a través del recto de los hombres. Esto último yo lo veo más propio de la iglesia, que más que hombres rectos nos viene demostrando que cuenta entre sus filas con hombres rectales. Y no sería la primera vez que un hombre cercano a dios utiliza estos términos para buscar soluciones a la angustia humana, recordemos a Carlos Jesús, que al igual que el señor Rouco fue designado a dedo por el altísimo para llevar su voz a la tierra, y digo a dedo porque a este electricista le cayó una descarga de 42 kilovatios mientras trabajaba en un poste de la luz. Según él esta fue la manera que tuvo dios para llevarle al lado de la santidad. Quizá se le fue un poco el dedo a dios nuestro señor. Pero lo cierto es que Carlos Jesús también hablaba como Rouco que la solución a nuestros problemas se estaba preparando ya y que vendría por una gran evacuación mundial. ¿Nos estaba anticipando la teoría de los “hombres rectales”? Quizá al referirse a una gran evacuación mundial, supuestamente sólo de varones, los hombres santos están planteando una estrategia radicalmente moderna y revolucionaria, pueden estar hablando de crear un colapso renovador que remueva los cimientos de la sociedad y obligue a renovarlos. Sólo a través de una gran evacuación mundial concertada se crearía un suficiente monto de mierda que obligaría a tomar medidas excepcionales. Un río de excrementos sagrados desbordaría el alcantarillado y emergería a la superficie para inundarlo todo. Esto se está preparando ya. Esta catarsis obligaría a los gobiernos y fuerzas vivas a replantear la convivencia de los ciudadanos y crearía un espacio de reflexión que sería la antesala de un cambio profundo y revelador. Y todo ello gracias eso sí, a una gran nube pestilente que recordaría a anteriores plagas bíblicas y que sería una nueva lección de cómo se las gasta dios cuando se rebota con los humanos.

Y sirva toda esta reflexión para mostrar mi más profundo agradecimiento a los hombres santos, siempre trabajando para mejorar nuestras vidas.

Y sirva el siguiente clip para reconocer que el grupo que Lecter ha insertado en su anterior entrada, los Spandau, aún saben estar en un escenario.




Jm