miércoles, 27 de junio de 2012

Eurovegas y el Tocomocho

Empresarios españoles empiezan a desconfiar de la viabilidad financiera de Eurovegas



 
 “Los líderes políticos han visto los beneficios económicos del proyecto”. Unos buenos resultados que más de un empresario que ayer compartió mesa y mantel con los enviados especiales del magnate pone bastante en duda.
En primer lugar, no convence la estructura financiera de cómo piensan promover un proyecto tan caro como éste, con un total de 15.000 millones de euros. En Madrid, volvieron a recordar lo que un día antes buscaron en Barcelona: “En un 20% pondremos cash, en un 15% serán retorno de nuestra propia inversión y el resto, un 65% dependerá del crédito”, repitió Leven, que reconoció que la negociación más dura que está asumiendo el grupo Las Vegas Sands no es con ninguna de las administraciones implicadas, sino con los bancos. “¿Quién va a poner un euro de los 4.000 que necesitan para financiar un proyecto en España, con la prima de riesgo por las nubes, basado en hoteles y casinos en España?”, replica uno de los hipotéticos interesados.
En España tampoco se entiende el sentido del macrocomplejo de ocio que los estadounidenses quieren levantar, y recuerdan que el negocio de los parques temáticos se ha convertido en un pozo sin fondo para las empresas y las administraciones que lo gestionan. El turista que viaja a España, dicen, no viene a buscar parques temáticos, sino que prefiere otros incentivos, "a diferencia de Estados Unidos", que recibe una gran masa de extranjeros movidos por el juego y el ocio. En España, donde únicamente se salva de la quema el catalán Port Aventura, hay 129 parques de ocio. “No dan beneficios”, sentencian, asegurando que el proyecto de Sheldon Adelson es “un brindis al sol” que les cuesta creer que finalmente vea la luz.   
Las dificultades de financiación, ya que Las Vegas Sands solo puede poner un tercio de lo que cuesta el proyecto (el resto tiene que pedirlo prestado a los bancos) coparon gran parte de la conversación en el almuerzo que Esperanza Aguirre ofreció en la Real Casa de Correos a los empresarios españoles y estadounidenses, donde no faltó un vino israelí en homenaje al país originario del empresario ausente.
Los empresarios también tachan de “increíbles” los cambios legislativos que proponen los inversores, que planean crear su propia ciudad donde se pueda fumar, rebajar las imposiciones fiscales al juego y algunos impuestos municipales sin disponer de un plan de viabilidad del proyecto a largo plazo en un país que "no está acostumbrado" al turismo del juego.

Lctr. (C&P)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡un vino israelí! pero... pero ...

¡es la guerra! ¡más madera!
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